Como parte de la labor informativa y divulgativa que realizan las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud, se han publicado algunos datos llamativos que complementan las Directrices mundiales de la OMS sobre la calidad del aire que se dan a conocer cada año. Esas directrices se alimentan con un conjunto de datos recopilados metódicamente en lugares de todo el mundo: 117 países y 6.000 ciudades.

El dato más descorazonador es que todavía hay miles de millones de personas que respiran aire poco saludable en sus ciudades. El dato literal de los informes es que el 99 por ciento de la población mundial está de una forma u otra expuesta por encima de los límites marcados como saludables, en cuestiones tales como las concentraciones a ciertas partículas nocivas o a las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO₂). Este porcentaje ha subido desde el 90 por ciento, dato calculado en 2020.

Estandarizando la medición de calidad del aire

Algo positivo es que en los últimos años se ha estandarizado en buena medida la forma en que las ciudades miden la calidad del aire. Especialmente importante es estudiar las partículas en suspensión, sobre todo las denominadas PM10 y PM2,5 –por su tamaño en micras– que son las más perjudiciales. Además de los ayuntamientos y otros organismos oficiales, SEUR, como parte de DPDgroup, lanzó un proyecto de monitorización de calidad del aire en Madrid, que permite medir la calidad del aire y la cantidad de partículas nocivas en tiempo real, a través de sensores instalados en la flota de reparto, los puntos de la red Pickup y los hubs urbanos.

La OMS apunta a que la ciencia indica que los altos niveles de partículas nocivas pueden producir en las personas diversos síntomas:

  • Problemas respiratorios: asma, tos, dificultad para respirar, fatiga.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Efectos cerebrovasculares (infartos).

En general esta situación se observa en ciudades de todo el globo, pero los países menos desarrollados tienen mayores problemas con las partículas nocivas mientras que en los más desarrollados es el dióxido de nitrógeno (NO₂) lo que tiende a estar menos controlado. Según los responsables de la OMS, «es inaceptable que después de sobrevivir a una pandemia todavía tengamos tantos casos perfectamente evitables debido a la polución atmosférica, especialmente sabiendo cuáles son las soluciones».

Un problema con soluciones

Entre estas soluciones para las ciudades y que deberían tomar buena nota quienes las gestionan, la OMS enumera:

  • Adoptar los estándares de calidad del aire de la OMS.
  • Monitorizar la calidad del aire e identificar las fuentes de polución.
  • Apoyar la transición a las energías limpias para calefacción, iluminación y cocinas.
  • Construir mejores redes de transporte público, infraestructuras para peatones y bicicletas.
  • Implementar estándares más estrictos para las emisiones y revisiones de los vehículos.
  • Invertir en generación de energía limpia para el hogar.
  • Mejorar la gestión de residuos de las ciudades y de las industrias.
  • Reducir los incendios, las quemas de deshechos agrícolas y otras actividades similares.
  • Incluir «calidad del aire» como asignatura para los profesionales de la salud.

El compromiso de SEUR con la sostenibildiad

Como empresa comprometida con la sostenibilidad y como parte de DPDgroup, SEUR tiene un programa bajo el nombre de Compromiso Carbon neutral, mediante el cual se mide con precisión el impacto medioambiental y la huella de carbono por paquete con el fin de reducirla al máximo, al mismo tiempo que se compensan las emisiones restantes mediante la financiación voluntaria de proyectos de energía limpia. Así, SEUR logra compensar el 100% de las emisiones asociadas al consumo de energía, consigue compensar 0,69 kg de CO2 por paquete, así como garantizar que más del 90% de la energía eléctrica que contrata es de origen renovable.

Tal y como está solicitando nuevamente la OMS a las ciudades, SEUR y DPDgroup colaboran en la Monitorización de la calidad del aire en diversas ciudades europeas, un proyecto con impacto directo en la sociedad y los ciudadanos.

Aunque hay que reconocer que las cifras a nivel mundial de la OMS no dan mucho margen para las alegrías, también es cierto que son todo un reto abarcable, que está claramente en la mente de todos y para el que hay que dedicar todo el esfuerzo que sea necesario.

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Foto (CC) Alexander Popov @ Unsplash.


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