Uno de los objetivos actuales de cualquier empresa u organización ha de ser alcanzar la sostenibilidad y reducir las emisiones contaminantes en todos sus ámbitos de actuación. En el caso de una empresa de transporte como SEUR podemos decir que es imprescindible hacerlo en todos los eslabones de la cadena logística, lo que incluye el transporte, el almacenamiento y, por supuesto, el reparto. Hoy nos detendremos, una vez más, en la última fase de dicho reparto, conocida como la última milla: lo que ocurre desde el último lugar de almacenamiento, usualmente un hub o pequeño almacén urbano, hasta que el paquete llega a las manos del cliente. Veremos que son muchas las formas de influir en la huella de carbono achacable a esta parte de la cadena.

Uso de vehículos ecológicos de tamaño medio

Como ya hemos comentado en alguna ocasión, la contribución de los vehículos ecológicos en la última milla puede ser de dos tipos. Por un lado, son menos contaminantes que otros medios de transporte. Pero es que además su uso puede ser una solución muy inteligente: un vehículo ligero, como una bicicleta, por ejemplo, puede acceder a zonas de la ciudad, como cascos urbanos restringidos al tráfico rodado.

El vehículo ecológico de tamaño medio más popularizado es el eléctrico, y muy especialmente las furgonetas, como las que forman parte importante de la flota de DPD UK. Pero hay otras formas de energía limpia muy interesantes como, por ejemplo, el gas natural que propulsa las furgonetas Volkswagen Caddy utilizadas en el servicio SEUR Now, entregas super urgentes, en las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia.

Otro tipo de vehículos ecológicos, colaboraciones y factor humano

Aunque sin dejar de vigilar de reojo opciones de futuro por llegar, relacionadas con los drones o con robots móviles, a día de hoy hay más fórmulas que pueden aportar sostenibilidad a la última milla. Se puede hacer una apuesta clara por la tecnología y la innovación, pero a la vez promover las colaboraciones con pequeñas empresas que tienen mucho que aportar: factor humano y movilidad sostenible a la vez. Os vamos a hablar de tres empresas muy interesantes con las que SEUR colabora y de los vehículos que usan en el reparto de los paquetes:

  • Boxlane: Están especializados en vehículos eléctricos diseñados de forma específica para hacer el reparto en la última milla. Se caracterizan por ser pequeños y versátiles, lo que hace que la distribución de los paquetes sea más limpia y con menos emisiones. Además, esta colaboración implica también la participación de las dos empresas que ahora vamos a citar.
  • Mensos: Hablamos de un servicio de mensajería sostenible. El vehículo que utilizan para realizar el reparto son bicicletas adaptadas para transportar paquetes e, incluso, para mantener la cadena de frío. Son perfectas, por tanto, para la última milla.
  • Koiki: Ellos mismos nos cuentan que son una iniciativa de reparto sostenible y social. Apuestan por la creación de empleo de calidad en un colectivo vulnerable, las personas con discapacidad intelectual. De hecho, la piedra angular de su protocolo son los repartidores, que ellos denominan koikis. El reparto lo realizan en vehículos eléctricos, e incluso en bicicleta o a pie.

Análisis de datos y geolocalización

Un estudio realizado en el año 2019 en la ciudad de Barcelona que toma datos de diversas fuentes públicas, dio como una de sus conclusiones que el 20% del tráfico de la ciudad estaba relacionado con la actividad logística. Una forma práctica en la que una empresa de logística puede utilizar el análisis de los datos para planificar la ruta más adecuada de un punto A a un punto B (puede ser la más rápida, puede ser la más corta o la más eficiente por otros motivos) es el uso de herramientas de geolocalización.

La utilidad de este tipo de herramientas es múltiple. Por un lado, se puede trasladar al cliente información precisa sobre dónde está su paquete y el tiempo estimado que falta para la entrega. Los repartidores, por su parte, sabrán cuántas paradas tienen que hacer y en qué orden, para entregar toda su mercancía de la forma más eficiente posible. El manejo de datos en tiempo real puede propiciar cambios en la ruta para, por ejemplo, evitar una zona con saturación de tráfico. Herramientas como SENDA, usada en SEUR, analiza las características de los vehículos de reparto, el tamaño de los paquetes, restricciones y densidad de tráfico, clima e incluso, las zonas de carga y descarga disponibles.

En DPD Alemania, por su parte, han probado un sistema de geolocalización de direcciones llamado What3words que busca solucionar un problema muy habitual: precisar el punto de entrega exacto de un paquete cuando el destino está dentro de un polígono o un gran complejo industrial. Este sistema sustituiría con éxito al tradicional navegador basado en los códigos postales. Cabe añadir, a todo lo dicho, que entregas más rápidas y precisas, además de la satisfacción del cliente, acarrean menos gastos energéticos.

Lockers y tiendas de conveniencia

Y llegamos ya al último punto de la última milla: la propia entrega. Lo habitual ha sido siempre hacer llegar el paquete al domicilio del destinatario o a otra dirección que este proporcionara, por ejemplo, la de su lugar de trabajo. Actualmente hay muchas más opciones. Por si alguien no está familiarizado con los términos le diremos sucintamente que los lockers son taquillas inteligentes de diversos tamaños localizadas en lugares públicos con rangos horarios grandes, incluso de 24 horas 7 días en algunos casos, donde el cliente puede recoger el paquete en el momento que desee. Las tiendas de conveniencia juegan el mismo papel, con la ventaja de que hablamos de establecimientos céntricos y de muchas opciones para elegir; la desventaja es que el horario a veces no es tan amplio, aunque depende del tipo de negocio.

Para entender el aporte a la sostenibilidad de estas soluciones hay que engarzarlas con los puntos anteriores que hemos tratado. Hablamos de máxima flexibilidad en la entrega, también para el repartidor, lo que facilitará a la empresa confeccionar rutas de reparto aún más eficientes, a la vez que el destinatario no tiene la “obligación” de estar en casa y goza de libertad total para recoger el envío.

 

Todo lo mencionado pierde parte de su sentido si no, como venimos repitiendo, encaja como una pieza más en una estrategia global en favor de la sostenibilidad que recorra de principio a fin toda la cadena logística. La celebración del pasado #GlobalRecyclingDay y el #DíaMundialDelClima celebrado este 26 de marzo, nos viene como anillo al dedo para mencionar un ejemplo de actuación en favor del medioambiente que se puede aplicar de forma transversal en todos los ámbitos de actuación de una empresa: la gestión y el reciclaje de residuos.

El objetivo que se ha autoimpuesto SEUR es que todos los residuos se reciclen y se procesen para la obtención de abono y para la recuperación de recursos energéticos. Por ello, en mayo del año pasado se abrió en la empresa un proceso de reflexión para la mejora de la gestión de los residuos. El horizonte es que los residuos, una vez separados en origen, se reúsen o se reciclen en un 100%. Pronto se vio la necesidad de usar un proveedor nacional único para gestionar el conjunto de fracciones de residuos generados. Y aplicando esta premisa se ha iniciado un camino, con soluciones adecuadas para cada tipo de instalación, que se espera que culmine en noviembre de 2020. El objetivo merece la pena, ya que se tendrá un mayor control sobre el destino de los residuos, lo que abre puertas muy interesantes, como la inserción en un bucle de economía circular.


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