En este blog hablamos muy a menudo de la última milla, de ese postrero tramo del reparto en el que el paquete llega finalmente a manos del cliente o comprador. En varias ocasiones hemos incidido en la importancia que tiene la tecnología para hacer que esta última parte de la entrega sea lo más ecológica posible, lo más rápida y lo más cómoda para la persona que espera ese paquete.

La tecnología es importante y a buen seguro jugará un papel cada vez más preponderante en el trabajo de las empresas de reparto, pero también se pueden explorar otras formas de hacer las cosas, sin que sean vías de trabajo excluyentes. Una forma de hacerlo, al menos en el caso de SEUR, es la búsqueda de colaboradores adecuados, como el que hoy traemos a colación, Koiki, con el que se comparte el afán de que la última milla sea más sostenible, pero también otro tipo de valores como el compromiso de hacer un aporte efectivo a la sociedad.

En una entrevista que le han realizado recientemente a Aitor Ojanguren, fundador de Koiki, toca temas de mucho interés. Algunos serán tratados aquí en próximos artículos, como el vuelco que la situación que todos estamos viviendo a causa del Covid-19 ha forzado en el comercio electrónico. A cuenta de dicha coyuntura comenta que en Koiki están trabajando más que nunca, como si estuviéramos inmersos en una campaña extraordinaria de Navidad constante. Pero estas líneas buscan centrarse en conocer mejor esta iniciativa de reparto sostenible y social.

Koiki es una empresa social formada por una Red de Entidades Sociales que realizan las actividades de reparto y recogida de envíos a domicilio y, como tal, uno de sus puntales es dar un valor adicional a la sociedad que vaya más allá de una labor empresarial. En su caso una apuesta clara es la generación de empleo digno y de calidad en un colectivo vulnerable como es el de las personas con discapacidad intelectual.

El segundo pilar de Koiki es que el reparto sea respetuoso y sostenible con el medioambiente. Por ello esta labor se hace en vehículos ecológicos, eléctricos, e incluso en bicicleta o a pie. Por ejemplo, recientemente se han sumado al plan de choque de la Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB) para impulsar el uso de la bici en las ciudades españolas. Tal y como explican en su página de Facebook una de las medidas expuestas en dicho plan es impulsar los servicios de ciclologística para los pedidos a domicilio, la compra de proximidad y los servicios municipales.

La figura del Koiki

Desde Koiki quieren cambiar la forma de entrega y recogida de paquetes en los barrios. Y para ello surge la figura del koiki, que podríamos definir como un mensajero ecológico y, a la vez, como un cartero de barrio. Porque desde el principio la idea de Koiki surgió muy ligada al concepto de revitalización del tejido social de los barrios. Crear empleo en el barrio, dar servicio en el barrio, y además hacerlo de forma sostenible y con una finalidad social. Los koikis son personas cercanas a ti, a ser posible de tu mismo zona que van a adaptar la entrega del paquete a tus necesidades, por ejemplo, horarias.

Koiki, presente y futuro

En unas declaraciones recientes para El Diario, el mencionado Aitor Ojanguren comenta que colaboran con empresas como SEUR, pero cualquiera que trastee en su web podrá comprobar que la alianza con redes de transporte es tan solo parte de su trabajo. En este tipo de colaboraciones se encargan de que el reparto en la última milla sea, como se viene diciendo, a medida del cliente y ecológico. Pero también trabajan de forma directa para particulares, recibiendo ellos los paquetes en primera instancia para después hacer la entrega definitiva cuando la persona que ha hecho el pedido lo disponga.

Tienen dos líneas de trabajo más. Por un lado a empresas de ecommerce les ofrecen un servicio integral de paquetería y mensajería, que abarca desde el momento de la compra en la propia tienda online hasta la entrega del pedido. Y por otro, más relacionado con su ADN social, en colaboración con otras entidades u ONGs trabajan en la creación de microcentros Koiki, destinados tanto a funcionar como Centros de mensajería en la ciudad o barrio donde están ubicados, como a la formación de futuros mensajeros o carteros ecológicos que finalmente realizarán su labor en sus pueblos y barrios.

Por último, pero no menos importante, no se puede cerrar el artículo sin volver a incidir en el tema de la tecnología. Koiki ha sido reconocida, desde su nacimiento en 2015, por la vertiente innovadora del proyecto, modernizando la entrega de paquetes y haciéndola sostenible. Su trabajo se apoya, también, en el uso de una app a través de la cual los clientes pueden gestionar sus pedidos. Ahora mismo están viviendo un claro auge, que esperamos se mantenga en el tiempo.


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