A estas alturas cualquier lector de este blog está sobradamente familiarizado en el concepto de última milla, el tramo final de cualquier reparto, y de su importancia especialmente en la entrega de paquetes del comercio electrónico. Se busca tender hacia un modelo lo más sostenible posible y se quiere lograr también que las entregas se hagan de forma rápida y eficiente. Una forma de hacerlo es optimizar las rutas en función de diversas circunstancias, como por ejemplo, el volumen de tráfico en cada zona de la ciudad. Con este tipo de acciones se consigue, además de la rapidez, reducir los costes y evitar los molestos atascos.

¿Cómo se pueden optimizar las rutas?

Hoy en día, gracias a la tecnología, existen muchas herramientas que pueden ayudar a una empresa de transporte a conseguir dicha optimización. Existen aplicaciones y servicios online, algunos gratuitos y otros de pago, que permiten, por ejemplo, planificar la ruta más adecuada de un punto A a un punto B y que ayudan al transportista a fijar de antemano las paradas que tiene que hacer y saber cuánto tiempo necesitará para hacer el reparto.

Otras aplicaciones están pensadas para facilitar el trabajo de los camioneros: desde tacógrafos inteligentes hasta apps que ayudan a encontrar un aparcamiento adecuado y seguro en cualquier ciudad de Europa.

Programas informáticos que planifican rutas hay muchos, y todos tienen en cuenta elementos como el tipo de carretera que se va a usar, cómo son los paquetes que se van a entregar o dónde viven los clientes. Pero son las herramientas que incluyen geolocalización las que permiten, de verdad, optimizar, ya que proporcionan inmediatez en la toma de decisiones y dan información sobre los cambios que hay que introducir en el trayecto en función de las circunstancias. Es decir, el transportista pasa de tener una ruta fija y opciones de reserva, a saber cuál es la mejor opción en cada instante.

Más sobre la importancia de la geolocalización

Usada tanto en el ámbito empresarial como a nivel particular, se ha pasado de tener un dispositivo exclusivamente con esta tecnología en los vehículos, los GPS, a llevarlo incluido como una funcionalidad más de esa “navaja suiza” de nuestro tiempo: los teléfonos inteligentes (o en las tabletas). En su extensión imparable ha tenido mucho que ver uno de los servicios estrella del gigante de Mountain View: Google Maps.

La geolocalización, en su relación con la logística, cumple diversos roles. El cliente, si la empresa de paquetería le traslada la información, puede saber en todo momento dónde está el envío que espera y cuando llegará a su domicilio o al punto de recogida.

Aunque en este artículo nos estamos centrando en las aplicaciones de la geolocalización cuando un paquete ya está camino a su destino es interesante tener en cuenta que incluso antes de que un cliente haga su compra en un ecommerce, si está geolocalizado, obtendrá servicios adicionales, como una estimación del tiempo que tardaría en llegarle lo que aún no ha adquirido.

Una vez la compra es realizada lo que interesa geolocalizar es el paquete enviado, y las ventajas que tienen a su alcance las empresas de distribución que hacen uso de esta tecnología son múltiples: control total sobre las mercancías, planificación de rutas según la cercanía de los clientes, control del uso de los vehículos de la flota de reparto, información en tiempo real a los conductores sobre nuevos paquetes y obviamente, optimización de la ruta incluyendo entregas, recogidas y paradas para repostaje.

La experiencia de SEUR con SENDA

Desde julio del año pasado SEUR está utilizando con éxito una herramienta de gestión de su flota de reparto que permite optimizar los tiempos de preparación de rutas y los recursos. Su nombre es SENDA y es un software desarrollado por la empresa Alerce. En la propia web del desarrollador nos dan unas pinceladas sobre el funcionamiento de este servicio de optimización de rutas.

Por un lado están las variables que utiliza el sistema para optimizar los trayectos, como pueden ser las características de los vehículos de reparto, el tamaño de los bultos, posibles incompatibilidades de vehículo o conductor, restricciones y densidad de tráfico, el clima y las zonas de carga y descarga disponibles; entre otras.

Una vez recogidos los datos el sistema SENDA normaliza y georreferencia basándose en la tecnología de Google Maps. El objetivo es optimizar el recorrido, los medios a usar, la carga a mover y el tiempo empleado. Y con ello se consigue minimizar los costes y maximizar la eficiencia de la distribución en la última milla.

Para una empresa como SEUR el hecho de poder geolocalizar los puntos de entrega y recogida se traduce en la reducción del tiempo de entrega de los pedidos, es decir, en un mejor servicio al cliente. Pero también se optimiza la asignación de recursos. Se puede, por ejemplo, hacer simulaciones de situaciones especiales que acarrearán un pico de pedidos, como Navidad, y predecir los recursos que será necesario emplear para dar un servicio satisfactorio. Las ventajas, por tanto, son patentes tanto para la empresa distribuidora como para sus usuarios.


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