Density es un curioso invento de la denominada Internet de las cosas que gracias a una función muy simple –calcular cuántas personas hay en un espacio cerrado– tiene insólitas posibilidades para los propietarios de negocios, el hogar o los lugares públicos.
Este dispositivo actúa básicamente como un contador de personas, de modo que sería equivalente a lo que en la web conocemos como «contadores de visitas». Y es que en muchos negocios no hay una información en tiempo real sobre la ocupación o «densidad de clientes» en un momento dado –por no hablar de las series históricas– y esto puede llevar a problemas: falta de personal para atender, aglomeraciones o quejas. Con este pequeño artilugio pegado al marco de una puerta los datos pueden consultarse en tiempo real desde el teléfono inteligente.
Los desarrolladores de software pueden utilizar las funciones del aparato para acceder fácilmente a los datos y añadirlos a sus aplicaciones. Si gestionan un sistema de transporte público, por ejemplo, pueden revisar tras unas semanas cuál es la cantidad estadística fiable de gente que accede a cada hora del día; quienes tengan una tienda pueden ver cuánta gente cruza el umbral de la puerta y regular de forma más ecológica el aire acondicionado. Y en un «hogar inteligente» puede servir también como sistema de ahorro, seguridad y alarma.
Los responsables de la gestión de las multitudes en las ciudades también podrían hacer buen uso de dispositivos de este tipo: cuánta gente entra en una plaza, un parque o un museo. Revisando las curvas de ocupación sería más fácil asociar los servicios más adecuados: limpieza cuando los locales y plazas se vacían, seguridad y servicios públicos cuando se exceden los límites de seguridad o activación de cámaras u otros protocolos específicos cuando se produzca alguna anomalía (mucha gente acumulándose en un lugar poco habitual según los datos históricos).
Como suele suceder, lo importante de este invento no es tanto el detalle de lo que hace ahora mismo, sino el concepto de todo lo que puede llegar hacer con un poco de imaginación.
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