Aunque durante un tiempo se creía que las redes sociales iban a desbancar a las newsletters, lo cierto es que estas siguen siendo el medio más usado por las empresas para establecer comunicación con sus clientes debido a su eficacia. De hecho, según una encuesta realizada por Toluna, el 64% de los usuarios prefieren las newsletters a las redes sociales para conocer los avances de las empresas, y un 25% reconoce combinar las dos.
Pero, ¿para qué sirven las newsletters? ¿en qué pueden ayudar a tu marca o empresa? Se puede decir que tienen tres funciones básicas:
– Permite a la empresa crear una base de datos y conocer mejor a sus clientes.
– La empresa consigue establecer una comunicación con sus clientes, fundamental para el proceso de compra.
– Y los clientes tienen una fuente de noticias directa y oficial para conocer las últimas novedades que la compañía le puede ofrecer.
Según el Libro Blanco del Comercio Electrónico, que está enfocado sobre todo al desarrollo de negocios online de autónomos y PYMES, continúa siendo una táctica recomendable dentro del plan de marketing, a pesar del spam y la saturación, ya que “se siguen cosechando grandes resultados”.
No obstatante, para que funcione adecuadamente, son varios los factores que hay que tener en cuenta:
– Esquivar los filtros de spam evitando usar palabras como “gratis” o “descuento” en el asunto o cuerpo del texto
– Preparar un plan editorial y no caer en la improvisación.
– Cuidar el diseño, como insertar el logo de tu empresa. El uso de una plantilla bien diseñada facilita esta tarea.
– Establecer una periodicidad en el envío. Los mejores días para realizar el envío, según el Libro Blanco del Comercio Electrónico, son los martes y los miércoles.
– Captar la atención de tus clientes con ofertas especiales.
– Personalizar el contenido, por ejemplo, insertando su nombre en el asunto para invitar al cliente a abrir el correo.
– Incluir las menciones legales, ofreciendo la posibilidad de darse de baja de manera rápida y fácil.
– Mostrar seriedad y confianza a la hora de dar de alta al cliente y cuidar los mecanismos de confirmación que se utilicen para ello.
– Archivar las newsletters en tu sitio web, deja un espacio donde el cliente pueda acceder al histórico de las newsletters enviadas.
– El asunto del correo: debe ser concreto y corto. No es necesario poner el nombre de la empresa puesto que este ya sale en el correo electrónico. ¡No reutilices asuntos!
Finalmente, se habla incluso de que estamos entrando en la era del “marketing por correo electrónico 3.0″, donde las newsletters se hacen más sociales, abiertas y colaborativas. Las newsletters continúan siendo una gran oportunidad para generar contenido relevante y darlo a conocer, pero si lo hacemos en un lenguaje y entorno más social, donde el cliente pueda compartir contenido y tenga voz y voto, mejor que mejor. Esto aportaría un punto diferenciador a las clásicas y unidireccionales newsletters convencionales.
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