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Este año las bicicletas eléctricas como modo alternativo y sostenible de moverse en las ciudades modernas ha sido la gran apuesta de Madrid con la red BiciMAD. Y ahora en Barcelona el popular Bicing, que gana a Madrid en cuanto a experiencia –lleva más de siete años funcionando, se plantea proporcionar esa misma forma limpia de moverse a los vecinos de la Ciudad Condal.

Ambas ciudades manejan modelos económicos radicalmente distintos pero poco a poco parecen ir convergiendo. A partir de 2015 algunas de las bicicletas de Barcelona empezarán a ser también eléctricas, como las de Madrid, para disfrute de los ciudadanos.

De momento acaba de comenzar la fase de pruebas, que a lo largo de 2015 y 2016 consistirá en unas 300 bicicletas y 46 estaciones de alquiler y recarga. A día de hoy están disponibles exactamente la mitad: unas 150 bicicletas y 23 estaciones. Y solo 4.000 abonados al Bicing pueden utilizarlas, aunque posteriormente esta cifra se irá ampliando a todos los abonados.

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Las nueva bicicletas tienen un coste adicional al del abono anual de las bicicletas convencionales, aunque durante la fase de pruebas las tarifas serán ligeramente distintas: el abono incluye 30 minutos gratis para ir de un punto a otro de la ciudad, aunque se pueden pagar hasta dos horas adicionales en pequeños tramos, según el tiempo que se utilicen. El ayuntamiento ya advierte de que este método de transporte no es para uso turístico o recreativo, para lo cual existen opciones mucho mejores y económicamente más atractivas.

Las características de las nuevas bicicletas eléctricas –fabricadas íntegramente en Cataluña según cuenta el Ayuntamiento– son más o menos las habituales, y las que también se pueden encontrar en Madrid y en otras ciudades. Técnicamente se las denomina bicicletas «con asistencia al pedaleo»; tienen un manillar grande, regulable y ergonómico, como el sillín. Cuentan con dos velocidades, faro, portaequipajes y pedales antideslizantes. Además incluyen un limitador de velocidad que hace que el motor se detenga al sobrepasar los 20 km/h y con un sistema de ayuda al arranque en pendientes, aunque nunca hay que dejar de pedalear porque es lo que activa el motor eléctrico. Su autonomía: 40 kilómetros, más que suficiente para ir y venir a cualquier punto de la ciudad.


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