spybikeCon el regreso de la bici como medio de transporte para todos y las ciudades abriéndose a los ciclistas, han aparecido algunos problemas. Uno de los mayores es el robo de bicis. Teniendo en cuenta la relación personal que uno establece con su bici y el cariño y dinero que uno invierte en tener una bici a su gusto, el robo se convierte en una experiencia tan cara como frustrante emocionalmente.

Afortunadamente, el mercado ofrece ya varias alternativas electrónicas para localizar nuestra bicicleta tras el robo. Consiste en pequeños GPS que podemos adosar a cualquier parte de la bici, e incluso esconderlos en el tubo del sillín. Todos los modelos tienen en común que emiten una señal por la red de móvil, que es posible localizar y marcar en GoogleMaps. Una vez localizada, es muy importante acudir a la Policía, y no arriesgarnos a ir a buscar la bici por nuestra cuenta, pues no sabemos quién la tiene ni cómo puede reaccionar a nuestra acusación.

Estos son algunos de los modelos en el mercado:

· SpyBike: Colocado sobre el eje del manillar, el emisor parece un tornillo más. Lo activamos con un imán al dejar la bici aparcada. En cuanto su sensor de movimiento detecta vibración de algún tipo, o movimiento continuado, te enviará un SMS al móvil. Cuesta unos 150€.

· Oxford Tracker: Rastreador GPS insertable en el tubo del sillín. Consiste en una cápsula de unos 2X3 centímetros, con una batería de unos 10 años de duración (no reemplazable). Cuesta unas 200 libras, más unos 5€ mensuales de suscripción.

· BikeSpike: Con una campaña de marketing divertida, introducen un aparatito que se esconde debajo de los tornillos del soporte para la botella de agua. Fue uno de los pioneros, por unos 150$. Se creó a través de una campaña de crowdfunding, lo que lo hace un poco más difícil de encontrar hoy en día.

· BikeTrak: Si queremos apoyar a una startup, BikeTrak está en las últimas fases de diseño de un GPS que, además de proteger la bici, aportará toda la información necesaria directamente a la Policía y a las redes sociales. Además, servirá para llevar la cuenta de nuestra actividad ciclista en todo tipo de aplicaciones de salud.

· TigerLock: Si somos más tradicionales, y confiamos más en un buen candado, por unos 150€, TigerLock nos trae un ligero pero resistente par de barras de titanio que inmovilizará nuestra bici por completo y hará prácticamente imposible robarla (al menos sin hacer muchísimo ruido y emplear alta tecnología en el proceso).

Por último, para que no nos roben la bici en primer lugar, conviene tomar una serie de precauciones. La primera es conservar siempre el recibo de compra y tener una foto de la bici que podamos mostrarle a la Policía. Cuando aparquemos la bici, es mejor hacerlo junto a entradas o zonas concurridas en general. A los ladrones, no les gusta tener público. Cuanto más cerca coloquemos el candado del suelo, más difícil será rompero. Por último, si nuestro ayuntamiento nos ofrece la posibilidad de registrar la bicicleta, será una buena idea hacerlo.


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