bicicleta movilidad sostenibleEs increíble cómo, en apenas unos pocos años, el aspecto del tráfico de nuestras ciudades ha cambiado. La bicicleta ha pasado a formar parte del paisaje habitual entre coches y autobuses urbanos. Sí, hemos adoptado esa tendencia tan europea de movernos dando pedales poco a poco con Barcelona como referente para este tipo de transporte y a pesar de estar a años luz de otros países (se calcula que en España el número de usuarios de bicicletas ronda los tres millones, una cifra infinitamente menor que países como Holanda donde hay una bicicleta por habitante).

Y, si bien es cierto que algunas de las iniciativas españolas cuentan con reconocimiento más allá de nuestras fronteras, aún queda mucho por hacer. Porque lejos de ser solamente una moda (que también), la bicicleta representa un paso más en la movilidad sostenible de cualquier ciudad. Algo que de lo que ya hablamos con Hamburgo como referente pero que, pedal a pedal, ha ido ganando terreno también en nuestro país.

Movilidad-sostenibleSolo es cuestión de mirar: cada vez más, las grandes ciudades españolas han comenzado a incorporar los carriles bicis como parte imprescindible de su trazado urbano. Una oportunidad no solo para velar por la seguridad de sus conductores sino, también, un auténtico respaldo para fomentar su uso. Porque no nos equivoquemos: no es solo cuestión de deporte o comodidad a la hora de ahorrar tiempo o dinero en nuestro transporte. Adoptar la bicicleta como compañero de nuestros trayectos por ciudad supone apostar por una movilidad verde con la que poner nuestro granito de arena en el descenso de emisiones contaminantes a la atmósfera. Sin duda, una buena motivación para adoptar las dos ruedas como medio de transporte.

Como ayuda a esa toma de conciencia solidaria, son cada vez más los motivos que ayudan a que la bicicleta se imponga: desde ferias como Unibike a contar con opción de alquilar una bicicleta sobre la marcha (como el archiconocido ya sistema de Bicing de la Ciudad Condal) o, incluso, de compartirla (como Spinlister, que incluso cuenta con su propia App para usuarios particulares que quieran moverse dando pedales). Pero sin duda hay dos hitos que vienen a decir en voz alta que la tendencia de la bicicleta no es algo aislado o temporal sino, más bien, una auténtica filosofía: por un lado, la proliferación de la bicicleta eléctrica (que no se trata, únicamente, de un artículo para quiénes no quieran dar pedales sino también una solución para trayectos más largos) y, por otro, que sean precisamente estas dos ruedas las que den lugar a iniciativas tan novedosas como el Bicigrino.

Pedal a pedal, conseguiremos llegar a esa previsión gubernamental para 2020 de ahorrar un 13% en el consumo energético español gracias a la bicicleta. No es un mal objetivo y, lo mejor, estamos en el camino de lograrlo.

Fotos | Viviendo sanos,  Solar Sostenible


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