La clave principal para conquistar a los usuarios en las redes sociales es, sin lugar a dudas, el uso de la emoción. No hay nada más humano que la emoción, y teniendo en cuenta que en la Web 2.0, la humanidad es la característica a destacar, la emoción ha de ser incluida en todo departamento de marketing para generar estrategias de calidad.
Pero no todas las emociones nos interesa en las redes sociales. Hay que tener claro cuales nos convienen y cuales debemos evitar a toda costa.
Estas dos emociones tenemos que evitarlas en nuestras redes sociales.
Alegría
Generar sonrisas entre el público es uno de los objetivos que tiene prácticamente todo el mundo en redes sociales. Pero la alegría no es una emoción por la que queramos destacar en redes. La alegría funciona, sí, pero es muy difícil de conseguir, más aun mantenerla y hacerla el motor de nuestras redes.
Tristeza
Es una de las emociones más sobreexplotadas dentro de los planes de marketing de una empresa. Ha sido tan utilizada que el público se ha vuelto prácticamente inmune a ella. Es más, corremos el riesgo de convertir la tristeza en cinismo a base de utilizarla para las redes sociales, aparte de condenar nuestra marca al desconsuelo y de reducir las posibilidades de que se comparta nuestro contenido.
Por otro lado, estas dos siguientes emociones son las que haremos bien en explotar en redes sociales.
Ira
Hay que tener mucho cuidado con la ira, pero en su justa medida, está muy emparejada con la viralidad. Hay que saber utilizar a la ira, o en su defecto la frustración, para provocar una reacción entre los usuarios, reacción que servirá para intentar dar a conocer nuestros productos y servicios como remedio para dichas emociones.
Sorpresa
No hay nada mejor que la sorpresa en las redes sociales. Si conseguimos sorprender al usuario de las redes sociales con contenido fresco y de calidad, tenemos media partida ganada desde el principio.
Mantén a las emociones de tu lado cuando publiques tus contenidos, y podrás mejorar el uso que se le da a todas tus redes.
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