Un equipo de consultores especializados en logística del prestigioso Grupo Arup británico ha puesto al día su informe titulado Future of Urban Logistics («El futuro de la logística urbana»). El objetivo es ayudar a los operadores de transporte de mercancías, a las empresas de logística, a los planificadores urbanos y a la cadena de suministro a comprender las tendencias que están influyendo en la logística urbana y los problemas que se generan, así como sus soluciones.

Logística urbana: visión global y también muchas soluciones

El informe de Arup está basado principalmente en datos del Reino Unido y Europa, pero incluye ejemplos puntuales de ciudades, empresas y situaciones de todo el mundo, desde México a París. Está elaborado entre 2022 y 2023 y ofrece las tendencias para 2024 y más allá. Hace algunas referencias a la situación «post-pandemia» que tantas cosas ha cambiado en nuestro día a día. Aparte de eso, su «resumen de situación» puede aplicarse a casi cualquier lugar y, lo mismo sucede con las soluciones.

En la introducción ya se apunta que las cuestiones que tienen que ver con la logística urbana, el comercio del transporte y su relación con los habitantes de las ciudades requiere de una buena planificación de las administraciones y una búsqueda de soluciones para mejorar el bienestar y cuidar el medio ambiente.

Una visión global y actualizada de la logística urbana / ARUPSe menciona, por ejemplo, cómo desde hace un par de décadas el panorama de muchas ciudades ha cambiado y basta con echar un vistazo para ver más zonas peatonales y coches rodeados de motocicletas ligeras, bicicletas, patinetes y mensajeros transportando paquetería o comida. Raro es el barrio en el que no se ven aparcadas furgonetas cargando y descargando paquetes y hay nuevas infraestructuras, como los puntos de entrega pickup, los lockers e incluso, en algunos lugares, pequeños robots yendo y viniendo.

La logística urbana y las actitudes de los compradores de comercio electrónico

A medida que el comercio electrónico aumenta, también lo hace el tráfico rodado que transporta esos productos. En el estudio se menciona que de 2019 a 2030 aumentará un 36%, mientras que el eCommerce se ha multiplicado por diez en la última década. Todo esto hace crecer también el aumento de emisiones contaminantes, empeorando la calidad del aire de las ciudades.

Ante esta disyuntiva, los propios usuarios de servicios logísticos pueden, hoy en día, tomar diferentes decisiones: elegir envíos más rápidos (en unas pocas horas) o esperar un poco más y hacer que las entregas grupales de su zona permitan optimizar el transporte, consumos y favorezcan la sostenibilidad. En algunas pruebas en las que se ha consultado a la gente directamente, un buen porcentaje (30% en México, 14% en Reino Unido), prefirieron reducir el impacto medioambiental aunque tuvieran que esperar algún día más para recibir sus productos. En Europa, alrededor del 60% está a favor de que las empresas sean más transparentes y ofrezcan estas opciones.

MIT GreenButton

MIT GreenButton

Una de las iniciativas más ingeniosas es, tal vez, la del Laboratorio de la Cadena de Suministros Sostenible del MIT, el llamado Proyecto botón verde. Consiste en enfrentar al comprador a una elección antes de elegir respecto a lo que supondría el envío para el medio ambiente:

  • (a) En el mismo día. Supone la destrucción de 3.000 árboles
  • (b) En 3-4 días. Supone la destrucción de 10 árboles (y se plantan 15)

A partir de aquí, cada cual que elija.

Ciudades más «vivibles» y su adaptación

Una visión global y actualizada de la logística urbana / ARUP
La tendencia en las ciudades europeas es la de convertirse en lugares más «vivibles», con más zonas verdes y lugares para caminar, en lo que se ha dado en llamar «la ciudad de los 15 minutos»: todo lo que se necesita para el día a día se puede visitar andando, en bicicleta o transporte público.

Una visión global y actualizada de la logística urbana / ARUP -- CO2Ante este panorama, se hace necesario modificar ligeramente las soluciones logísticas. El aparcamiento de furgonetas y otros vehículos en zonas peatonales pasa a ser más escaso y, la renovación y electrificación de las flotas para hacerlas menos contaminantes es algo casi obligatorio. El aire puro, una menor contaminación acústica y la seguridad al caminar y cruzar son factores que ahora se tienen más en cuenta que nunca.

Es por esto que muchas soluciones pasan también por optimizar la forma y capacidad de los envíos, el uso de puntos de entrega, lockers y otras soluciones en la llamada «última milla». Algunas de las más ingeniosas incluyen:

  • Entregas con cita: los vehículos de reparto se citan con los destinatarios en puntos concretos y avisan de su llegada para una entrega rápida. Esto permite reducir un 50% el tiempo de aparcamiento.
  • Aparcamiento inteligente: en algunas ciudades los vehículos logísticos pueden reservar plazas de aparcamiento o comprobar si en una zona peatonal hay espacios libres de carga y descarga.
  • Vehículos más pequeños: para reducir el ruido, hacerlos menos peligrosos y reducir las emisiones. Normalmente, se prefieren vehículos más pequeños (bicicletas, triciclos, motocicletas) que tengan más libertad de movimiento y generen menos desconfort a los paseantes y habitantes de la ciudad. Incluso la combinación furgoneta + bicicletas puede ser una gran opción.

Soluciones de alta tecnología

En la batalla tecnológica de las entregas automáticas con vehículos robóticos, autónomos y drones, de momento, los ganadores son los pequeños robots, pero para zonas muy reducidas. Esto depende también en gran medida de la topología y otras características de cada ciudad.

Los drones se han enfrentado a todo tipo de problemas de normativas y seguridad por las complicaciones que supone tenerlos volando encima de zonas habitadas. Además de eso, su capacidad por viaje es muy reducida, en términos de kilogramos por viaje. Aunque ha habido muchas pruebas piloto, no han demostrado ser una ventaja práctica hasta ahora, excepto en situaciones muy, muy puntuales (ej. entregas remotas a sitios inaccesibles).

Los coches y furgonetas autónomas sin conductor todavía están restringidos en muchas ciudades y países, así que la alternativa son los pequeños robots de entrega de comida y pequeños paquetes, que se usan en algunas ciudades. Son todas tecnologías a las que, como se suele decir, «les falta un hervor».

Algo parecido sucede con iniciativas puntuales, como pueden ser los transportes subterráneos, en túneles como los del Metro, pero de tamaño más reducido. En Reino Unido se han planteado algunos de estos «corredores subterráneos», pero todavía están sobre el papel. Curiosamente, antiguamente, alguna de estas soluciones se usaba para el correo postal convencional.

La colaboración es la clave

En esta puesta al día de Arup acerca del panorama de los próximos años la conclusión es que tanto a las empresas como a las administraciones les interesa ser rápidas, innovar, probar e intentar encontrar soluciones plausibles y, sobre todo, aceptables para la población y respetuosas con el medio ambiente.

Muchas veces estas soluciones son invisibles, como las mejoras en los algoritmos que trazan las rutas de reparto, capaces de predecir dónde van a surgir las necesidades o los pedidos. Otras son más palpables, como carriles específicos para transporte logístico y vehículos alternativos, centros (hubs) para las entregas y recogidas, puntos de recarga eléctrica y demás. Algunas las veremos y otras no tanto, aunque notaremos sus efectos para bien.

Foto (CC) Abigail Keenan @ Unsplash.


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