Ya hemos hablado en el blog de SEUR de la estrecha relación que existe, y cada día más, entre logística e inteligencia artificial. Como ya se comentó, la inteligencia artificial tiene aplicaciones en el ámbito de la logística, tanto dentro del almacén como fuera de él. La automatización de tareas y la robótica, “refinada” con el uso de inteligencia artificial (IA), es un ejemplo de lo que las nuevas tecnologías pueden aportar dentro de un almacén.

La inteligencia artificial y el machine learning, el segundo es una rama de la primera, son dos las innovaciones disruptivas de las que más vamos a escuchar hablar en los próximos años, junto a otras como la realidad virtual y aumentada, los servicios en la nube, el blockchain y el Big Data.

El futuro de la logística y la IA

Que el futuro del sector logístico pasa por el empleo de la inteligencia artificial, junto a otras tecnologías disruptivas, es un tema que ya casi no admite debate. En el medio especializado C de Comunicación han elaborado un listado de hasta 9 aplicaciones que la IA tiene en la logística. Nos dan también un dato: según el informe anual que elabora la organización logística MHI, de 2020 a 2026 crecerán en un 60% las empresas que usen alguna solución logística basada en la IA.

Algunas de estas aplicaciones las podemos encontrar fuera de los almacenes, centradas en el tema del transporte de las mercancías. El uso más interesante, quizás, es la optimización de las rutas de transporte, con el concurso necesario del machine learning y la geolocalización. Pero no es el único uso. En este mismo blog os hemos dado algunos ejemplos muy concretos de aplicaciones de la inteligencia artificial en servicios logísticos y en procesos de selección.

Dentro de un almacén, las aplicaciones de la inteligencia artificial se multiplican. Hoy vamos a hablar brevemente de las soluciones robóticas, pero la IA también juega un papel muy importante en la gestión del inventario, la optimización de los flujos logísticos en un almacén, la planificación general del almacenamiento, la seguridad o el mantenimiento predictivo de maquinarias y equipos.

La robótica crece en los almacenes

Los datos que avalan esta afirmación los proporciona un informe de la empresa de consultoría e investigación de mercado Grand View Research. El tamaño del mercado mundial de robótica de almacenes se valoraba el pasado año 2022 en unos 4.310 millones de dólares. La robótica de almacenes se define como la automatización de los procesos logísticos usando para ello robots inteligentes.

A esta cifra hay que añadir que se espera que siga creciendo, estimándose el aumento en un 19,6% en el período que va del presente 2023 hasta el 2030. Los principales factores a la hora de explicar este crecimiento son la escasez de la mano de obra, el auge imparable del sector del e-commerce y la obvia necesidad de mejorar el rendimiento en las operaciones cotidianas en los almacenes.

Aunque desde IFR, la Federación Internacional de Robótica, comentan que la venta de robots en todos los sectores, industriales o no, aumenta en gran medida, en este incremento hay que tener en cuenta también el gran desarrollo que están teniendo tecnologías como la inteligencia artificial y el machine learning.

Robots cartesianos y robots autónomos

Las tareas que pueden realizar los robots dentro de un almacén son múltiples. Por ejemplo, la preparación de pedidos, recolectando los artículos necesarios, embalándolos y etiquetándolos. Este es un tipo de tarea que puede acometer lo que se denomina un robot cartesiano.

Otro tipo de robots, los denominados robots móviles, están preparados para el transporte de cajas o palets. El uso de este tipo de robótica en los almacenes presenta una serie de ventajas. Para empezar, en contra de lo que algunas personas piensan, favorece la labor de los trabajadores de varias formas. La primera es clara: evita el desgaste físico de los empleados. Pero también tiene un efecto positivo en su estado de ánimo, ya que el trabajo conjunto persona-robot aumenta la productividad. Esto aumenta la retención de los trabajadores, un aspecto clave cuando escasea la mano de obra especializada.

El uso de robots móviles autónomos tiene más beneficios, como las mejoras en la seguridad del almacén, y en la precisión, la productividad y la estabilidad del trabajo. También suponen una mejora en la toma de decisiones, ya que los robots, durante su trabajo, generan una cantidad ingente de datos que sirven para optimizar las tareas.


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