A estas alturas todavía no está muy claro qué sucederá exactamente con la salida del Reino Unido de la Unión Europea, coloquialmente conocida como «Brexit» que desde 2016 se viene planificando y debatiendo pero que está resultando bastante más convulsa de lo que se creía. Además de que afectará a las fronteras y en el estatus de quienes tengan una nacionalidad distinta del país en el que viven, hay un gran área que también se verá afectada: el comercio electrónico.
Dependiendo de a qué escenario se llegue finalmente puede producirse un Brexit «ordenado» o bien uno «desordenado». Hay cinco potenciales escenarios tras las diversas negociaciones, votaciones, peticiones de renegociación y decisiones definitivas. Solo el llamado «orderly exit» o salida ordenada garantiza que todo siga como hasta ahora y sin interrupciones. Cualquiera de los «no deal» o no hay acuerdo situará al Reino Unido en una situación que equivaldría a que fuera tratado como otro país cualquiera externo a la Unión Europea, con las implicaciones fiscales, comerciales y aduaneras que ello supone para las importaciones y exportaciones.
Si finalmente no hay acuerdo sucederán muchas cosas. En primer lugar, todos los envíos tendrán que pasar por las aduanas, pagando las tasas e impuestos correspondientes. Esto probablemente implique nuevas tarifas, el pago del IVA y también la necesidad de utilizar agentes de aduanas (o software al efecto), códigos de clasificación y (en ocasiones) licencias de exportación. Hasta que se normalice, esto podría hacer que los costes y burocracia aumentaran para ciertas ventas.
Tanto estos costes como la fluctuación en el cambio de divisas entre la libra esterlina y el euro –que han ido «ajustándose» desde que se aprobó el Brexit– pueden afectar notablemente a los precios finales de los productos. Hará que algunos sean más competitivos que sus equivalentes, pero también que otros tengan mayores costes al cruzar fronteras. Para las tiendas de ecommerce la agilidad a la hora de reflejar esto en sus ofertas será un factor importante.
En el caso de las tiendas de ecommerce la recomendación general para las empresas de todos los tamaños es informarse sobre cuáles serán todos los requerimientos en caso de que finalmente se produzca una salida «sin acuerdo», para poder seguir tanto exportando como importando desde allí bienes o servicios, si fuera el caso (también el caso de tener empleados europeos allí o británicos en nuestro territorio). Como operador autorizado, SEUR tiene una Página de información del Brexit y una Guía completa para estar preparados ante el Brexit [PDF] con todos los detalles.
A nivel práctico, las empresas pueden necesitar, por ejemplo, códigos nuevos para operar como el número EORI (número de registro e identificación de operador económico) y los códigos TARIC (código de productos básicos). En la página de la Comisión Europea acerca de Impuestos y Aduanas hay detalles sobre estos códigos, sobre los que también puede informar el operador logístico autorizado que vaya a utilizarse para los envíos.
A los emprendedores y pymes también se les está recomendando acudir a asociaciones y entidades representativas de su sector para poder hacer oír su voz en las reuniones estratégicas bilaterales que puedan tener lugar para plantear grandes acuerdos y otras formas de cooperación si finalmente no hay una salida ordenada. Es algo que tanto los gobiernos como las grandes empresas y otras organizaciones representativas podrán llevar a cabo en su nombre.
De cara al tratamiento de datos personales, si no hay un acuerdo al respecto, habría que tratar los datos del Reino Unido como los de cualquier otro país de fuera de la Unión Europea, como se hace ahora con el resto del mundo. En cuanto a las desavenencias jurídicas relativas a contratos o compras, es posible que de no haber acuerdo se tenga que recurrir a tribunales externos (ni británicos ni europeos) en caso de disputas.
Aunque la situación sigue siendo inestable y cambiante prácticamente de un día para otro –quién sabe si dentro de una semana se estarán felicitando por llegar a una salida ordenada o a descartar la idea como si hubiera sido un mal sueño– lo más conveniente es mantenerse informado de cara a que el negocio no sufra interrupciones y ser conscientes de que ciertas condiciones pueden variar en el futuro, así que más vale prevenir que curar.
{Foto: Europa-Karte mit Brexit (CC) Christoph Scholz @ Flickr}
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