La descarbonización es un tema crucial para las industrias del transporte, la paquetería y el eCommerce. El cambio climático está llevando a todas las grandes empresas a repensar su estrategia de descarbonización, no solo para reducir su huella ambiental, sino también para aprovecharse de los beneficios económicos que supone la sostenibilidad.

Boston Consulting Group: estudio sobre descarbonizaciónAl enfocarse en la descarbonización, muchas empresas están reduciendo costes, al mismo tiempo que cumplen con las regulaciones más estrictas y mejoran su reputación. Es hora preguntarse: ¿No es ya evidente que la descarbonización es una obligación –no solo una opción– para la supervivencia empresarial a largo plazo? ¿Qué es más caro, implementar soluciones sostenibles ahora o asumir las consecuencias económicas y ambientales de no hacerlo en el futuro?

Las ventajas de trabajar en pos de la descarbonización

Según un reciente estudio del Boston Consulting Group (BCG), en el que se entrevistaron a cerca de 2.000 empresas de 16 industrias y 26 países (grandes empresas de más de mil empleados), las ventajas de la descarbonización se pueden medir de dos formas:

  • Beneficios tangibles: menores costes operativos, más subvenciones, menores impuestos y más ingresos.
  • Beneficios intangibles: mejoras de reputación, cumplimiento de las regulaciones, mayor resiliencia de la cadena de suministro y atracción de talento.

¿Supone conseguir estos beneficios un coste adicional? Un dato importante es que más de la mitad de las empresas entrevistadas cree que se puede reducir entre el 10 y el 40 por ciento de las emisiones al mismo tiempo que se produce un ahorro en costes, un escenario ideal. Si bien no es algo que pueda llevarse a cabo instantáneamente en todos los sectores y tipos de empresas, parece cierto que muchas podrían ponerlo en marcha ya mismo.

En el sector del transporte, las soluciones pasan por que, cuando se realice la renovación de flotas, se aproveche para dar el paso a los vehículos eléctricos o de combustibles alternativos no contaminantes, o que, cuando se construyan nuevos centros de distribución, se haga planteando que sean sostenibles y neutrales en carbono. Esto incluye también el uso de energías limpias en su operación.

Descarbonizar en todo el planeta

De todos es conocido el objetivo de limitar a 1,5 grados Celsius la subida de temperatura global del planeta, según el Acuerdo de París de la COP26. Pero su seguimiento está siendo desigual.

Mientras que la Unión Europea es quien lidera las políticas más ambiciosas para la descarbonización, con países como Dinamarca, Suecia, España y Portugal a la cabeza del grupo, otros como Reino Unido, Noruega o Costa Rica tampoco van nada mal. En cambio, gigantes como Estados Unidos, China, India o Rusia parecen haber hecho caso omiso a las recomendaciones de los expertos debido a su gran dependencia de los combustibles fósiles. De los países del Golfo, como Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos, mejor ni hablamos, pues sus ingresos dependen directamente del petróleo y gas que se consuma.

El camino correcto y que más beneficia a las empresas de transporte y en general a todas las demás es el que están siguiendo los países más avanzados respecto a esto. Según el estudio del BCG, cuanto más se reducen las emisiones, mayor es el beneficio.

La inteligencia artificial como gran promesa

Raro es analizar cualquier escenario hoy en día sin tener en cuenta las promesas de la inteligencia artificial. En este caso lo que se ha comprobado es que las empresas que integran la IA en sus procesos tienen entre 4 y 5 veces más probabilidades de ver beneficios respecto a las que no. En este sentido, parece toda una apuesta ganadora.

Esta integración de la IA puede hacerse en muchos puntos: analizando la huella de carbono de los proveedores, del almacenamiento de los productos (por ejemplo, alimentos frescos) o del transporte en los envíos de eCommerce. Cuando se optimizan individualmente todo contribuye a reducir las emisiones generales de la compañía, y con ello a poder promocionarse como una solución más sostenible, a mejorar la imagen y la reputación.

Como se ha explicado y refleja el estudio, la descarbonización no es solo una obligación para las empresas de transporte y eCommerce, entre otras, sino que también puede ser una oportunidad estratégica para reducir costes y mejorar la competitividad. Adaptarse es casi una decisión inevitable, así que mejor tomarla cuanto antes para lograr una mejor sostenibilidad que beneficie a todos.

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Foto (IA) Viri Gutiérrez @ Lummi.


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