Print¿Cómo hacer el metro más grande del mundo atractivo para el usuario a través de un mapa? Concentrar una explicación clara de los 375 kilómetros que componen las 26 líneas y 468 estaciones del sistema suburbano de una urbe de 8,4 millones de habitantes puede ser la pesadilla de cualquier diseñador. 1.751 millones viajes individuales al año pasan por sus venas. Sobre todo cuando la mejora busca animar a los ciudadanos a utilizar más el suburbano a fin de descongestionar una de las ciudades más famosas del mundo por el caos diario de su tráfico rodado.

Es precisamente la alta densidad de población y líneas en la isla de Manhattan lo que complica aún más la tarea. En 87 kilómetros cuadrados se concentran 17 líneas. Si, al menos estas líneas tuvieran un trazado claro, sería más sencillo. Las líneas se superponen unas con otras, se cortan en más de un punto, y, a menudo comparten al menos varias estaciones de trazado. A esta hay que añadir que, dependiendo de la zona, una línea se convertirá en express (es decir, que no hará paradas en según qué estaciones) o normal varias veces a lo largo del trayecto. Todo esto, además de ser atractivo e invitar a entrar en este infierno de información, debe estar incluido en el mapa.

Una de las primeras preguntas que asalta al diseñador es si debe hacer el mapa diagramático (es decir, si debe primar la rápida comprensión del sistema de estaciones) o topográfico, relacionando las líneas y las estaciones con el mapa real de la ciudad. A fin de cuentas, un sistema de metro no sólo busca transportar personas de un lugar a otro, sino también orientarlas y permitirles entender mejor dónde están para sacarle mayor partido al metro.

El resultado del rediseño del mapa en 2010, que combina ambos conceptos en un híbrido infrecuente en el mundo de los suburbanos, pero altamente práctico. Las calles y avenidas más importantes en torno a cada estación están marcadas con precisión permitiendo al viajero orientarse en todo momento. Al mismo tiempo, la gran cantidad de información necesaria para entender el funcionamiento del sistema ha sido relegada a un pequeño cuadro esquina superior derecha que provee los elementos básicos para entender el mapa. Cuando nos paramos a analizar la enormidad de la información contenida en el mapa, entendemos la proeza de diseño que es el mapa del metro de Nueva York.


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