Las ciudades europeas y, concretamente, las españolas, asumen los desafíos que presentan las tendencias en ecomovilidad. Nuevos vehículos que reducen las emisiones de CO², calles accesibles solo para el peatón, sistemas de carsharing, etc. Son muchas las medidas tomadas, tanto por las administraciones locales y autonómicas, como por las empresas privadas del sector automovilístico, que reinventan sus vehículos para hacerlos más respetuosos con el medio ambiente.
Centros urbanos menos congestionados
Poco a poco el ejemplo de Londres, que desde 2002 dispone de un peaje urbano para restringir el tráfico al centro de la ciudad, se extiende por diferentes ciudades.
Aunque no se han implementado peajes urbanos como en la capital londinense, las restricciones de acceso con vehículos a motor en los centros urbanos ha permitido tener ciudades menos congestionadas por el tráfico y, sobre todo, más limpias y sostenibles. En el caso de Madrid, las APR (Área de Prioridad Residencial), restringen el tráfico en determinados barrios a sus residentes, al transporte público y a los vehículos de carga y descarga.
En esta línea, ciudades como Sevilla, Barcelona, Pamplona o Vitoria, por ejemplo, han hecho una clara apuesta por la peatonalización de sus centros urbanos; que va siempre acompañada de un refuerzo del transporte público, especialmente del metro y el tranvía, además de la creación de nuevas zonas verdes y ajardinadas.
Ante la contaminación, transporte urbano sostenible
La escasez de lluvias y una elevada concentración de dióxido de nitrógeno (N02) han obligado a muchas ciudades a crear protocolos de actuación para los episodios de alta contaminación. Ciudades como Atenas llevan años impulsándolos y otras como París o Madrid lo han hecho recientemente.
Se trata de medidas restrictivas al tráfico y al aparcamiento para días en los que los niveles de contaminación llegan a límites que pueden resultar peligrosos.
Estas medidas incluyen un refuerzo del transporte público, impulsando un modelo de movilidad más ecológico que busca, a su vez, convencer a los usuarios del coche privado de la comodidad y sostenibilidad de los transportes colectivos.
Una movilidad sobre dos ruedas
Hace pocos años, nadie podría imaginar que las ciudades españolas comenzaran a tomar como ejemplo el Norte de Europa en lo que a la circulación en bicicleta por ciudad se refiere.
Los sistemas públicos de préstamo de bicicletas han ido poblando el paisaje urbano de nuestro país. Una expansión que ha ido acompañada de un verdadero boom de los carriles bici, que poco a poco han ido relegando al coche en los centros de las ciudades.
Coches y motos eléctricas para todos
El coche eléctrico, una de las mejores alternativas para impulsar la movilidad sostenible en las ciudades, ha terminado por hacerse un hueco en las grandes ciudades gracias, sobre todo, a los sistemas de préstamo de coche o carsharing. Tras estar presentes en capitales que tienen la circulación restringida en sus centros urbanos como Ámsterdam, Berlín o Viena, han desembarcado en España. De momento sólo están disponibles en Madrid (car2go y emov son un ejemplo de estos sistemas), pero con una clara vocación de expansión.
Se trata de modelos de vehículos sostenibles por moverse con energía eléctrica y porque son de 2 o 4 plazas, adaptándose a la ocupación que suelen tener los vehículos en los desplazamientos urbanos, que rara vez superan los 2 viajeros.
A los coches se han unido las motos eléctricas, un sistema que requiere menos coste de mantenimiento y permite una mayor facilidad para aparcar. eCooltra ha sido pionera en este sentido. Creada en Barcelona, además de en la Ciudad Condal se encuentra en Madrid, Lisboa y Roma.
Con una autonomía aproximada de 40 km., las motos eléctricas son también una alternativa eficaz no sólo para reducir el tráfico en las ciudades, sino como un transporte de 0 emisiones.
A pesar de los avances tanto en infraestructuras como en medios de transporte alternativos, el desafío de las ciudades para los próximos años es el de tomar conciencia de un nuevo modelo de movilidad más respetuoso con el ciudadano y el Medio Ambiente. Un modelo que permita seguir creciendo de una manera sostenible y consolidada.
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