Los cupones de descuento son una forma de hacer marketing que tiene largo recorrido, nada menos que desde finales del siglo XIX. La idea es muy sencilla: para promocionar un producto podemos ofrecer unos «cupones» (no necesariamente en el sentido literal de ser trozos de papel con el descuento impreso) que otorguen al futuro comprador alguna ventaja: desde obtener una muestra, tener un descuento, disfrutar de un regalo, o cualquier estrategia que se nos ocurra con tal de vender nuestro producto.
Cuando nos planteamos una estrategia de cupones deberíamos identificar muy bien las razones por las que optamos por esta opción, y clarificar muy bien qué ofreceremos, a quién, y por cuanto tiempo. Hemos de pensar que, sea lo que sea lo que ofrecemos, al final nos va a costar algo a nosotros, normalmente una reducción momentánea en el margen, así que vale la pena dedicar algo de tiempo previo a planificar. A cambio, con un cupón podemos inclinar la balanza de un cliente indeciso que solo necesitaba una buena excusa para comprar ese producto que ofrecemos.
No es lo mismo ofrecer un cupón de descuento que hacer un descuento en la tienda. Clic para tuitear
Un cupón de descuento no es lo mismo que un descuento
Aclaremos esto: no es lo mismo ofrecer un cupón de descuento que hacer un descuento en la tienda. Si hacemos un descuento, todos nuestros precios se verán afectados y el comprador puede ver el precio antiguo (se supone que habrá indicaciones claras del precio antiguo y cual es el nuevo), pero si ofrecemos un cupón estamos diferenciándolo del precio general: damos un cupón para que alguien vena a comprar a un buen precio (la primera vez), o bien regalamos un cupón para la próxima compra (con lo que hemos garantizado ya una compra, y aumentamos las posibilidades de que esa persona repita).
Con un cupón podemos inclinar la balanza de un cliente indeciso que solo necesitaba una buena excusa para comprar.
Los cupones se establecen para tratar de aumentar las ventas, y el precio a pagar es un sacrificio en el margen. Como es lógico, con los cupones queremos aumentar nuestra facturación por encima de lo que estamos invirtiendo (que no perdiendo) en los cupones. Pasa algo parecido con la publicidad basada en coste por click, pagamos o invertimos por ganar, a cambio, seguidores. Lo bueno del ecommerce es que sabemos qué personas han utilizado nuestro cupón y podemos hacer cálculos.
Acciones que puedes pensar para tu estrategia de cupones
En el cupón no solo podemos ofrecer un porcentaje de descuento en la compra de un producto, hay en realidad muchas opciones: podemos descontar un porcentaje (para precios bajos); ofrecer un descuento en euros (para precios altos, estilo 50 euros de descuento en tu próxima compra por valor de 500); ofrecer un regalo o una muestra canjeable, preferiblemente algo perecedero o consumible que pueda interesar al comprador de acuerdo a su perfil (por ejemplo, algo muy relacionado con su últimas compra). Las posibilidades son muchas.
Los cupones son acciones efectivas y puntuales, que si se generalizan pierden valor Clic para tuitear
No debemos ofrecer cupones continuamente: si lo hacemos así el consumidor va a esperar a que saquemos nuestra próxima campaña. Los cupones son acciones efectivas y puntuales, que si se generalizan pierden valor y nosotros perdemos un margen pequeño, pero muy a menudo.
Podemos ofrecer un cupón para atraer clientes, pero también podemos pensar en ofrecer un cupón tras una compra, a modo de recompensa, contribuyendo a su fidelización.
Es importante poner una fecha de caducidad a los cupones, puesto que si no la ponemos es posible que nunca se utilice dicho cupón (y perderemos esa posible venta); además, si tenemos la posibilidad, avisemos al consumidor de que tiene cupones a punto de caducar. Puede ser la excusa perfecta para enviar una newsletter o un mailing, ¿verdad?
Tratemos de encontrar el momento perfecto para ofrecer los cupones. ¿Los enviamos cuando más estamos vendiendo? No, la idea es enviarlos cuando tenemos menos ventas, para tratar de revertir la situación; los enviamos fuera de temporada si queremos dar salida a cierto stock (por ejemplo: «compra ahora en esta colección X y llévate un cupón con el 10% para tu próxima compra en la nueva colección»); hacemos cupones si tenemos un producto o una categoría que está bajando en ventas, o que simplemente detectamos que queremos potenciar por alguna razón.
En definitiva, los cupones nos pueden ayudar a mejorar las ventas, pero debemos utilizarlos con prudencia, con tino. , pero eso sí, como consejo pensando en el diseño, procura no poner a la vista el típico cuadro de diálogo que dice «Si tienes un código de descuento, introdúcelo aquí». con eso estás diciendo a tus potenciales compradores que mejor esperen a encontrar un código, antes de comprar, y eso no es exactamente lo que tú buscas.
Nos encantará conocer tu opinión, pero primero tenemos que indicarte que los comentarios están moderados, y no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos a los autores, a cualquier otro comentarista o la empresa propietaria de esta página. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades o suplantando a otros comentaristas. También, procura que tus opiniones estén relacionadas con lo que se comenta en esta entrada. Los comentarios off-topic, promocionales, o que incumplan todas estas normas básicas serán eliminados.