Uno de los aspectos en los que se espera que la tecnología de Realidad Aumentada (AR) mejore la experiencia de los compradores de ecommerce es disminuyendo la proporción de devoluciones a las tiendas que inevitablemente se producen. Para los comercios es importante ofrecer siempre esta opción, debido a razones tanto de normativa de la UE como de satisfacción de los usuarios. Empresas como SEUR ofrecen todo lo necesario para que esta experiencia de «logística inversa» tenga la menor fricción posible para quienes compran.
Y es que, aunque es buena idea facilitar la logística de las devoluciones, si no hay que devolver los productos y todo el mundo se queda contento a la primera, mejor que mejor. Lo que está claro es que el número de devoluciones realizadas sigue en aumento, y uno de los motivos lo encontramos en el constante incremento en el número de compras online realizadas cada año; y es que según indican informes como el E-shopper Barometer 2021, hasta un 15,5% de las compras de los consumidores habituales en Europa ya son online.
Ayudas procedentes de la Realidad Virtual
Esta tecnología puede ayudar de muchas formas, entre ellas:
- Permitiendo «probarse» virtualmente moda y complementos.
- Facilitando medidas precisas para mobiliario y decoración.
- Incorporando manuales interactivos para enseñar a usar los productos.
- Mostrando objetos en 3D en entornos reales para ver cómo quedan.
Si el número de devoluciones baja, los demás ratios del ecommerce mejoran: el ratio de conversión (visitas a ventas), satisfacción de los clientes y demás. Lógicamente también hay menores costes y por extensión se generan menos emisiones contaminantes, lo que contribuye a la mayor sostenibilidad de todo el proceso.
Un ejemplo típico son apps como las de IKEA, que permiten ver las versiones virtuales de sus muebles sobre nuestra imagen en vivo de la cámara de nuestro teléfono móvil recorriendo nuestra propia casa. La app toma medidas precisas de la estancia, y representa los muebles a su tamaño real. ¿Cuántas compras erróneas y devoluciones se habrían evitado si la gente hubiera medido bien antes de comprar?
El comercio electrónico a través de las cámaras
El equipo de Artillery Intelligence incluye todo esto en lo que denomina Camera Commerce, que es básicamente la parte de la Realidad Aumentada que tiene aplicaciones en comercio electrónico e incluye desde la detección de marcas y productos a través de la cámara de los dispositivos a la combinación de objetos 3D sobre escenarios reales para hacer la compra más realista.
En sus estudios comprobaron, por ejemplo, que las conversiones de los productos 3D/AR estaba un 94% por encima de los que simplemente tenían fotos; esto es casi el doble. En cuanto a devoluciones, cifraron en un 25% menos las de este tipo de productos frente al resto de los que estaban en la misma tienda.
La inteligencia Artificial también juega su papel
Otra interesante variación de esta idea tiene que ver con el uso de las técnicas de inteligencia artificial (IA) más modernas para conseguir los mismos efectos a la hora de presentar los productos. En este caso basta falta subir una fotografía cualquiera de la persona y utilizar la técnica llamada «crear variaciones». El software de OpenAI DALL•E 2 que lleva unas cuantas semanas revolucionando al mundo de la tecnología por su capacidad de generar imágenes fotorrealistas permite definir esas variaciones en lenguaje natural, de modo que basta decirle «con un top azul», «blanco» o incluso «con traje azul», «con chaqueta roja». Lo mejor de todo: quien sale en la foto eres tú, no una modelo ni un avatar virtual que parece un muñeco.
Aunque todo esto está actualmente en pruebas, cabe esperar que cuando se pueda integrar con las diversas plataformas de ecommerce sea fácil entrenar esa IA con los productos de cualquier comercio, de modo que esas variaciones sean casi automáticas – quien sabe si incluso mostrando las fotos de los propios clientes luciendo los productos cuando entra a la tienda de ecommerce.
Adicionalmente, se han visto pruebas en las que se utiliza esa técnica para crear vídeos en movimiento donde unas prendas se cambian por otras con un clic, que son mucho más realistas que los que hoy en día se utilizan en algunas tiendas electrónicas. Todo ello para que los clientes puedan probarse productos sin moverse de casa, realizar compras de formas más realistas pero seguras y todo ello logrando que sean menos propensos a luego devolver sus compras.
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