Vehículos contactos / Accenture

Desde que llegaron los vehículos conectados, los conductores y pasajeros han podido disfrutar de la comodidad de viajar «dentro» de una pequeña red local, disfrutando de todo lo que supone estar conectado a Internet aunque se esté en movimiento a más de 100 km por hora: entretenimiento, acceso a información instantánea y nuevas aplicaciones. Desde entonces, han surgido todo tipo de desarrollos por parte de los fabricantes y otras empresas pero, ¿qué es lo que quieren realmente los usuarios?

La compañía Accenture ha decidido hacer ese trabajo inverso preguntando a los consumidores qué es lo que querrían encontrar al comprar un «coche conectado». El resultado puede verse en Connected Vehicle: What Drivers Want, en el que han participado conductores de varios países, desde Estados Unidos a Alemania, Francia, China, Brasil y también España. El resultado del estudio está resumido en doce puntos, con algunos detalles interesantes:

  • La influencia de las posibilidades tecnológicas del vehículo a la hora de comprar el coche son ligeramente mayores que las del rendimiento del propio coche. En otras palabras: parece más probable que un mayor número de gente compre un coche porque esté bien conectado, ofrezca servicios avanzados o un buen sistema de entretenimiento a que lo haga por sus características tradicionales (motor, velocidad, consumo, etcétera) – tal vez porque en cuanto a eso haya mayor oferta y variedad. Y lo más importante para que esto suceda: más del 60 por ciento considera «esencial o importante» que el sistema operativo del coche sea el mismo que el de sus dispositivos conectados: todo un aviso para las empresas tecnológicas en busca de alianzas.
  • En cuanto al tipo de servicios que se consideran más importantes, ganan de momento los sistemas de música en streaming, las noticias o la navegación por Internet. A continuación se sitúan ciertos avances tales como que el coche sea capaz de identificar señales de tráfico o atascos para mostrar rutas alternativas, u otras más exóticas como sistemas de visión nocturna o avisos de fatiga.
  • En cuanto al planteamiento de cómo debería ser la inteligencia de los vehículos conectados, más de la mitad de los entrevistados dijeron con todo el sentido común del mundo, que su principal interés es que les ayuden a ser mejores conductores; la siguiente opción es que la conectividad sea fiable y consistente, sin los típicos cortes y cambios de velocidad que ocurren cuando se viaja en coche o tren.
  • Muchos de estos servicios no serán gratis, pero la gente estaría dispuesta a pagar por ellos: la mayor parte (28%) preferirían pagar por los extras en cómodas cuotas mensuales de forma recurrente, mientras que el 26% preferirían que fuera incluido en el precio del coche o, incluso, (el 25%) que fueran gratuitos a cambio de publicidad.
  • Finalmente, respecto a qué tipo de servicios de los que se consideran habitualmente asociados al mundo de los vehículos inteligentes (casi el 75%) hablaron de que «ya usan o usarían sin dudarlo» los servicios de información del tráfico, seguidos de información meteorológica (61%) y sobre radares de control de velocidad (56%) o búsqueda de puntos de interés, restaurantes, hoteles y similares.

Curiosamente de entre todos los servicios planteados en el estudio algunos obtuvieron unas puntuaciones muy bajas, a pesar de que están continuamente comentándose en los medios; a saber: el piloto automático de los coches que «conducen solos», las comunicaciones «coche a coche» o las funciones para leer y escribir correos electrónicos mientras se conduce.


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