En este blog hablamos muy a menudo de movilidad sostenible, de entregas cada vez más ecológicas en la última milla y de cómo la logística en general, y los servicios de mensajería y paquetería en particular, son cada vez más verdes. Pero todos estos cambios, esta evolución, tienen un contexto, y como hemos dicho en alguna ocasión, la movilidad en las ciudades del futuro cambiará la logística por completo.

El pasado mes de septiembre, la consultora PwC publicó un interesantísimo informe titulado “Smart Cities: Mobility ecosystems for a more sustainable future”. Se puede descargar completo en su web donde también se puede consultar un extenso resumen, del que podemos extraer conclusiones muy interesantes.

Los grandes retos de la movilidad

PwC ha estudiado un total de 28 ciudades para elaborar este informe. El primer descubrimiento es que sus responsables se enfrentan a desafíos de movilidad que podemos englobar en cinco áreas: congestión, sostenibilidad ambiental, asequibilidad del transporte público, seguridad vial y financiamiento de infraestructura para la llamada movilidad activa (por ejemplo, carriles-bici).

Reconociendo que la tecnología es importante, e intuitivamente el concepto de ciudad inteligente nos lleva a ella, queda patente que una estrategia de movilidad sostenible necesita muchos más mimbres. Además, cada ciudad presenta sus peculiaridades y diferentes puntos de partida en el camino. Repasemos los principales retos:

  • Congestión: Demasiados vehículos en las calles. En ciudades como Londres y París se tarda más de 40 minutos, como media, en llegar al trabajo.
  • Asequibilidad del transporte público. En Lagos (Nigeria), como media, un ciudadano gasta el 11% de sus ingresos mensuales en un abono para el transporte público. En ciudades con este problema mucha gente recurrirá a vehículos particulares y empeorará el problema de la congestión.
  • Sostenibilidad ambiental: A mayor número de vehículos, y menos ecológicos, aumentan las emisiones de CO2, con el consiguiente perjuicio para el medioambiente y para la salud de los ciudadanos.
  • Seguridad vial: En 10 de las 28 ciudades hay más de 18 muertos por cada 100.000 habitantes en accidentes de tráfico cada año.
  • Infraestructura para la movilidad activa: Han medido el porcentaje de peatones y ciclistas en las calles.

En cada una de las 28 ciudades, los responsables del estudio han medido cómo es de grave la situación en estos cinco capítulos. Solventar uno de ellos no significa que ya estemos hablando de una ciudad que pueda presumir de la ansiada movilidad sostenible. Como se ha comentado, Londres y París continúan siendo ciudades congestionadas y con graves problemas de estacionamiento, pese a tener buenos sistemas de transporte público.

Creando ecosistemas de movilidad sostenible

Según PwC, y ahora sí metemos en la ecuación a la tecnología, las ciudades que lideran el camino “hacia la inteligencia”, lo están consiguiendo participando en grandes y complejos ecosistemas digitales. Nos proponen un enfoque de múltiples capas para gestionar y administrar un sistema de movilidad urbana.

Por un lado tenemos la oferta y la demanda. Demanda de tipos de transporte, como transporte público o entregas de mercancía. La oferta sería los modos de transporte disponible y las infraestructuras de apoyo, como parkings o estaciones de recarga de vehículos eléctricos. Paralelamente a la oferta y la demanda tenemos otros tres factores muy importantes: la normativa, la financiación y los seguros.

El estudio destaca también tres ciudades que consideran alumnos aventajados en el uso de este enfoque multicapa: Singapur, Estambul y Brisbane en Australia:

  • En el caso de Singapur destacan la construcción de infraestructuras, como centros de movilidad intermodal, y la colaboración de actores del sector privado en un sólido sistema de innovación. Por ejemplo, han desarrollado un programa de uso compartido de coches eléctricos, en colaboración con una empresa francesa.
  • En Estambul se han centrado en ofrecer múltiples opciones de transporte a sus ciudadanos. Esta ciudad presenta un caso peculiar: el estrecho del Bósforo que separa dos partes de la urbe; la asiática y la europea. Para descongestionar los puentes están construyendo túneles de carretera y una línea de metro subterráneos. Los proyectos de infraestructura se están financiando a través de asociaciones público-privadas.
  • Brisbane: En la ciudad australiana, por su parte, se está desarrollando una nueva red de autobuses públicos (es probable que vayan a funcionar con celdas de hidrógeno). Está en marcha la construcción de un nuevo enlace ferroviario de alta velocidad y se van a promover otros medios de transporte como los taxis acuáticos. También se está apostando por la tecnología, por ejemplo, con estacionamientos y semáforos inteligentes.

Vemos que en los ecosistemas de éxito juegan un papel importante tanto las autoridades locales como el sector privado. Todos han de compartir objetivos comunes: mejorar la calidad de vida de la ciudad y promover los objetivos de movilidad.

Logística y mensajería en la última milla

En España existe un marco de actuación desde febrero de 2019 denominado Agenda Urbana Española, un documento estratégico dividido en 10 objetivos generales, 30 objetivos específicos y 291 líneas de actuación. Dicho documento tiene en consideración más de 750 municipios que congregan a más de 32 millones de personas y puede servir como guía para que los actores, públicos y privados, que intervienen en las ciudades, elaboren sus propios Planes de Acción.

Por su parte, una empresa como SEUR tiene claro que su aporte en el centro de las ciudades pasa por el fomento del reparto urbano inteligente, que se apoya en una flota de vehículos cada vez más ecológica, con el objetivo de minimizar la huella de carbono de cada paquete que se entrega. Buena muestra de ello es que SEUR prevé incorporar 3.000 vehículos eléctricos de aquí al año 2030.

Tampoco será raro ver en nuestras ciudades vehículos aún más ecológicos como bicicletas adaptadas para el transporte de paquetes, e incluso, entregas a pie en el último tramo de la entrega y en zonas peatonales. También se reduce el impacto ecológico de las entregas en la última milla mejorando la flexibilidad en las entregas, gracias al uso de tiendas Pickup y lockers.

La logística se tiene que adaptar, y ya lo está haciendo. Es cada vez más importante el papel que juegan los hubs urbanos o mini-hubs, pequeños almacenes de distribución ubicados en el centro de nuestras ciudades. En general, el paisaje urbano va a cambiar, y lo va a hacer en beneficio de todos. Por eso, lo inteligente es ir un paso por delante.


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