Es una de las costumbres veraniegas por excelencia de los españoles: acompañar las vacaciones de múltiples visitas al kiosco. A la prensa diaria se le suma el incremento en el consumo de revistas, libros de bolsillo y otros (como los pasatiempos, que parece que solo existen en verano de manera generalizada) que se convierten en compañeros ideales de ratos de playa, piscina y ocio. Pues bien: el concepto de quiosco como lo concebimos podría cambiar.
Y no solo eso: además, el número de visitas que le hacemos a esa institución de la información y el entretenimiento también. Porque, según un reciente estudio conjunto de Red.es, la Asociación Nacional de Empresas de Internet (ANEI) y la Asociación de Vendedores Profesionales de Prensa de Madrid (AVPPM) los entendemos, también, como un punto de recogida ideal para nuestras compras por Internet. Y eso lo piensa nada menos que el 81% de los encuestados. Un buen número, sin duda.
No tardando, podríamos encontrarnos yendo a recoger nuestra compra online a un punto de venta de prensa. Algo que, para los usuarios de e-commerce y no solo de nuestro país, es un punto a favor de la comodidad (poder recoger cuando consideren sin estar pendientes del horario de una mensajería) y que, por otro lado, es un servicio añadido para el quiosquero (que podría encontrar en este poder de convocatoria, paquete mediante, un dinamizador de sus ventas). Y, según los resultados del estudio, es más que viable y con un plus añadido: utilizar al quiosquero para solucionar incidencias. El estudio lo deja clar0: el 73% de los encuestados prefiere solventar lo que suceda a través de su vendedor habitual de prensa frente al 27% que prefiere hacerlo directamente con el mensajero que nos entrega la mercancía.
Curiosamente, y según los datos del informe, las compras de carácter cultural (libros, CDs y derivados) son las preferidos para contar con el quiosco como punto de recogida para los internautas consultados. Algo que no se corresponde tanto en cuanto a otro tipo de paquetería (por ejemplo: compras de mayores dimensiones o ropa) para lo que seguimos prefiriendo que nos lo traigan a casa. Como en todo, es cuestión de gustos… pero también de edades: porque, curiosamente, son los más fieles a los quioscos (el público de entre 55 y 64 años) los que suponen los mayores fans de este fenómeno de entrega. Su 89,4% contrasta con los más jóvenes (de edades comprendidas entre los 15 y 24 años) que, a pesar de considerar en un 79,3% acertado contar con los kioscos, lo restringen a unos pocos artículos.
Las edades marcan públicos en el e-commerce y en su manera de consumirlo, no hay duda alguna. Pero también las ciudades, porque son precisamente las más activas en cuanto a compras online las más receptivas a la posibilidad de comprar el periódico y recoger un paquete. Así que, a falta de saber fecha, el proyecto piloto de estos nuevos puntos de entrega podría ponerse en marcha en Barcelona, Madrid, Valencia o Bilbao.
Un punto de partida que reitera que, cada vez más, el e-comprador demanda nuevas fórmulas de entrega. Una realidad que, además, sustenta el hecho de que el e-commerce se ha colado en nuestras vidas de una manera ya casi tan habitual como lo es comprar el periódico.
Fotos | Amstrong Freelance, Juvenoide
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