En los últimos tiempos, los habitantes de algunas ciudades están pudiendo vivir diversos experimentos en primera persona en todo lo relativo a los medios de transporte, las soluciones para desplazarse de forma más ecológica y la optimización de las rutas que la gente realiza cada día entre sus hogares y los centros de trabajo.
En el caso de Scoot Networks, una empresa norteamericana, la idea es ofrecer viajes en motocicleta eléctrica en el interior de las ciudades en varias modalidades: alquiler por horas, días, kilómetros… A todo esto añadieron una de las más interesantes: la modalidad «solo ida», que puede ser utilizada por mucha gente para la parte final de la circulación en las grandes ciudades.
¿Cómo funciona el «modo solo ida»? La gente puede llegar desde las afueras hasta los límites de la ciudad en tren, metro o autobús –normalmente a algún intercambiador de transporte relevante– y desde ahí callejear con un ciclomotor fácil de conducir hasta su destino. Lo interesante es que no tendría luego que devolverlo al mismo punto; la empresa que ofrece el servicio lo recogería y devolvería por sus propios medios, quedando listo para el siguiente cliente.
El sistema recuerda un poco a la fórmula del Bicing que hay en Barcelona y otros ciudades, que emplea en ese caso bicicletas; una empresa trae y lleva los vehículos a diversos puntos de distribución. En el caso de Scoot Networks las pruebas comenzaron en el barrio de Mission de San Francisco; inicialmente había un único punto de entrega pero ya hay siete en total. En uno de ellos funciona la modalidad de los trayectos «solo ida» (en el resto hay que devolver los ciclomotores). Si el experimento triunfa se ampliaría a más zonas y probablemente otras ciudades.
Uno de los puntos destacados del método diseñado por la compañía es utilizar la última tecnología para hacer más cómodo todo el proceso. Los ciclomotores son eléctricos, no hay necesidad de hacer reservas y se emplea cualquier teléfono móvil inteligente del cliente como navegador y sistema de rutas y para que esté en contacto con la central. De hecho lo primero que hace el usuario al recoger el ciclomotor es enchufar su terminal móvil en un dock con un cable que hay en el panel del manillar. Los precios varían entre los 5 dólares por hora para la hora punta a 1 dólar por hora los fines de semana, e incluso menos para periodos mayores (12 dólares un fin de semana o 185 dólares un mes completo).
La velocidad de los ciclomotores es suficiente para el callejeo en pequeños trayectos: 40 km/h; aparte de eso llevan un par de cascos para el conductor y el acompañante y pueden subir –aunque sea a duras penas– las empinadas cuestas de la ciudad de San Francisco.
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