Cada vez se ven más bicis circulando por las ciudades españolas y aunque nuestras ciudades no sean todavía Dinamarca o Amsterdam lo cierto es que desde hace años se viene observando cómo el «movimiento pro-bicicleta» va ganando adeptos. De hecho es tan relevante que muchas ciudades han tenido que adaptarse a esta forma alternativa de transporte facilitando carriles bici, nuevas normativas y lugares de aparcamiento especiales ante el aplastante que está teniendo entre la ciudadanía.
Las razones del éxito de la bici son muchas y muy variadas y tienen que ver con todo tipo de factores. Aunque se pueden encontrar listas con unas pocas, muchísimas o incluso cientos de razones, casi todas pueden resumirse en estas:
- Es más barata
- Es más sostenible, limpia y no contaminante
- Es mejor para la salud al animar a hacer ejercicio
- Está al alcance de toda la familia
También hay factores colaterales beneficiosos: estimula la mente, permite disfrutar del entorno de la ciudad, es emocionante y hasta el factor «es divertido ir en bici a la oficina» puede ser un aliciente.
Naturalmente, la bici también puede resultar pesada o incómoda, a veces es difícil de aparcar con seguridad y requiere una forma física razonablemente buena – por no hablar de cierta cautela ante el tráfico rodado. Por eso, inventos como la A-Bike, un modelo eléctrico y plegable, pueden ser una gran idea para el futuro.
De momento es un prototipo pero la idea es que un modelo así proporcione unos 25 km de autonomía con una velocidad máxima de unos 20 km/h como máximo. Su peso son unos 12 kg, de modo que entraría dentro de lo razonable para poder subirla por unas escaleras o en ascensor.
El diseño telescópico además permite guardarla en cualquier sitio, plegándola minuciosamente. No son pocos los particulares y profesionales que querrían acercarse con el coche hasta la ciudad para luego cambiar a algo más flexible como una mini-bicicleta que les permitiera callejear a toda velocidad. Quizá un modelo como la A-Bike sea competitivo en esa situación.
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