El teletrabajo ha transformado en los últimos años las necesidades de los envíos al desplazar la demanda de oficinas a domicilios, alterando horarios y patrones de entrega. Si antes de la pandemia de COVID-19 tan solo el 5-6% de los trabajadores usaban la fórmula del teletrabajo, esas cifras se multiplicaron por siete en los peores momentos de 2020. En los años siguientes, se estabilizó rondando el 20-25%.
Del trabajo al teletrabajo inteligente
Desde 2020 se sembró la idea de comodidad y ventajas de la fórmula mixta entre el «trabajo presencial» y el «teletrabajo remoto», de modo que el 51% de los trabajadores prefieren hoy en día un modelo híbrido con, una parte presencial y otra remota desde casa. En Factorial, una empresa tecnológica dedicada a los recursos humanos, lo llaman smart working, y se basa en combinar teletrabajo, nuevas tecnologías, confianza y objetivos. (Este dato, como otros, varía según las fuentes al estar basado en estudios diferentes.)
El hecho físico de estar en una ubicación diferente, normalmente en casa, durante la mayor parte de las jornadas, hace que haya cambiado el panorama para las empresas que se dedican a la entrega de paquetería. Las opciones aumentan, porque, entre otras, cosas se pueden recoger más paquetes a cualquier hora y utilizar puntos de entrega y lockers cercanos al domicilio.
Esto también ha hecho, a su vez, que haya aumentado y cambiado la fórmula de algunas compras de comercio electrónico: si antes se tendía a agrupar los envíos para no tener que estar yendo y viniendo, ahora se pueden hacer más pedidos individuales, cualquier día, en mayor número. Sectores como el de la alimentación o el de las suscripciones se han visto favorecidos, así como la mayor demanda de entregas exprés.
Esta modificación de horarios ha llevado al llamado «fin de la ventana de entregas en horarios de oficina» en empresas, que es donde estaba físicamente la gente, a la ampliación de franjas horarias en domicilios: noches, sábados e incluso domingos.
El cambio también ha mejorado la relación de intentos fallidos. El hecho es que con más personas en casa, en horarios más amplios, han disminuido los fallos de entrega y los reintentos. A esto han de sumarse otras tecnologías comunes hoy en día, que antes no lo eran tanto, como el seguimiento de los envíos, las notificaciones y la reprogramación de las entregas para cuando resultan más convenientes.
Cambios y mayor eficiencia
Estos cambios también han llevado a las empresas de reparto a reconfigurar sus rutas, que antes pasaban por los domicilios y empresas en ciertos horarios y que ahora están más dispersas. Ha llevado también a aplicar nuevos algoritmos y a retocar las estrategias de entrega, al haber una mayor demanda en las zonas residenciales. También, han tenido que ver ciertos cambios en la infraestructura urbana, desde nuevas zonas preferentes a fórmulas público-privadas que priorizan la movilidad sostenible.
En esta reconfiguración, tal vez el mayor cambio ha sido el crecimiento de los puntos de recogida y lockers, que se calcula entre un 20% o 30% anual. Esto incluye tanto los lockers físicos que se encuentran en muchos establecimientos (centros comerciales, gasolineras, supermercados…) como los que incorporan refrigeración para los productos frescos e incluso los lockers que, a día de hoy, comienzan a ser comunes en las grandes urbanizaciones. Se trata de edificios cada vez más autosuficientes, en los que se puede vivir, teletrabajar y recibir paquetes a cualquier hora sin tener que salir a la calle.
Esto ha permitido a las empresas de reparto mejorar su sostenibilidad, al centralizar en ciertos lugares las entregas, así como planificar mejor sus rutas con horarios, que además satisfacen a los teletrabajadores.
Tendencias
Actualmente, en España solo el 7% de los ocupados teletrabajan de manera habitual, un poco menos que el 9% de la media europea. El modelo de trabajo predominante está tendiendo a un formato híbrido, donde los empleados acuden a la oficina entre 3 y 4 días a la semana, teletrabajando el resto. Esto supone un 18%, también algo menos que en el resto de Europa. Todo indica que estas cifras deben aumentar y, por tanto, su efecto sobre las entregas de paquetería también se incrementará.
Es probable también que las fórmulas de las suscripciones se refinen para incluir productos recurrentes de forma agrupada que puedan resultar convenientes para los compradores y beneficiosos, tanto para las empresas que los transportan como para quienes los venden. Esto incluirá seguramente innovaciones en empaquetado (más ajustado, sostenible y que optimice la capacidad de carga de los vehículos de reparto) y las alianzas entre los mercados y actores locales para las entregas y salidas de productos como nuevas oportunidades.
El teletrabajo no solo ha redefinido la forma en que trabajamos, sino también cómo recibimos nuestros pedidos, al poder hacerlo cómodamente en casi cualquier horario. Ha impulsado innovaciones que benefician tanto a los trabajadores y consumidores como a las empresas. El auge de los puntos de entrega y los lockers está ayudando a hacer todo el proceso más cómodo, ágil y sostenible. Con el comercio electrónico en expansión, las empresas del sector tienen ante sí una oportunidad única para crecer, y sus clientes para consumir y recibir los productos de forma mucho mejor.
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Imágenes: Pablo Stanley / Sofia @ Lummi.
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