Un robot autónomo de reparto es aquel que realiza un servicio de entregas de última milla sin la necesidad de un conductor. Hace casi cuatro años, nos preguntamos en este mismo blog sobre el posible futuro de estos vehículos. Y en abril de 2020, en pleno confinamiento de la pandemia, os contábamos cómo un pequeño vehículo autónomo hacía llegar comida y otros productos indispensables a los habitantes de la ciudad de Zibo en China. En aquel momento se hizo más que nada por razones sanitarias y para limitar el contacto entre personas.

Actualmente, en España hay varios proyectos piloto en los que vehículos similares reparten en zonas delimitadas de varias ciudades. Hablamos, como norma general, de pequeños vehículos, de ahí lo de robots autónomos, que circulan por las mismas zonas que los peatones. Aunque también hay experiencias en marcha con vehículos más grandes, que circulan con el tráfico rodado, capaces de transportar envíos más voluminosos.

Otra salvedad que hay que hacer es que, hoy en día, lo de “autónomos” debe de ir entrecomillado, ya que en la mayoría de los casos hay una persona monitorizando y controlando su actividad. Al menos, de momento.

Avances tecnológicos y robots autónomos de reparto

Es obvio que un robot autónomo de reparto funciona gracias a la conjunción de varias tecnologías. Por un lado, tenemos los sensores y cámaras que les permiten controlar su entorno y evitar colisiones u otro tipo de accidentes.

La geolocalización y las tecnologías de mapeo juegan un papel crucial también. Y, en cuanto al movimiento autónomo, cada día son más importantes la inteligencia artificial y el machine learning. En todos los campos citados hay avances tecnológicos a diario, por lo que el panorama está en constante evolución.

Actualmente, hay muchos prototipos de vehículos autónomos de reparto en desarrollo. Una iniciativa que nos ha llamado la atención es la que tienen en marcha Suzuki motor y la startup japonesa Lomby. En su caso, están trabajando en la posibilidad de usar la silla de ruedas eléctrica de Suzuki como base para el desarrollo de un robot autónomo.

Y por último, pero no menos importante, la gran mayoría de los robots autónomos de reparto son eléctricos, lo que les convierte en una pieza muy útil para una estrategia de reparto sostenible en la última milla. Por su reducido tamaño, se podrán mover con soltura por zonas peatonales y ya hay prototipos que están preparados para subir y bajar escaleras.

¿Cómo se reparten los paquetes en DPD Estonia?

Un ejemplo de todo esto que estamos contando nos llega desde los países bálticos. DPD Estonia forma parte, igual que SEUR, del grupo Geopost. Y gracias a una de sus iniciativas, han convertido el país báltico en un campo para la innovación. En mayo de 2022, y por primera vez en Europa, un vehículo autónomo sin conductor entregó un paquete en la vía pública en Tallin, capital de Estonia. Hoy el reparto en vehículos autónomos es una realidad.

Estos vehículos cuentan con sensores para evitar obstáculos y el objetivo que se han planteado en DPD Estonia consiste en su uso para realizar la entrega de pedidos de forma eficiente, flexible y, a la vez, respetuosa con el medio ambiente, ya que reducen las emisiones de CO₂.

El vehículo ha sido desarrollado por la empresa Cleveron Mobility, es totalmente eléctrico, con la zona de carga modular y capaz de transportar hasta 150 kilogramos. Más que un robot, como hemos avanzado, podemos decir que es un vehículo autónomo en toda regla. Como ya os hemos explicado en este blog, esta firma ha desarrollado diversos modelos. El Clevon 701 se conduce a distancia en tiempo real, mientras que el Clevon 1, vehículo usado en Estonia y más avanzado, es completamente autónomo. En el caso del Clevon 1, aun así, hay un teleoperador monitorizando en varios vehículos de forma simultánea que todo funcione de forma correcta.

Los retos que tendrán que afrontar robots y vehículos autónomos de reparto

Sin duda, los primeros retos que habrá que afrontar serán los legislativos. Las normativas sobre movilidad están cambiando para adaptarse a los nuevos tiempos. Por un lado, se van a favorecer las formas de transporte más sostenibles. Por otro lado, las leyes que regulen la movilidad autónoma están por llegar. En especial, de cara a los vehículos autónomos que circulan por carretera. Aunque los pequeños robots de reparto también tendrán que ceñirse a la legislación que les competa.

Aún hay que afrontar, también, retos tecnológicos. Garantizar que los vehículos autónomos sean, primero eso, realmente autónomos, pero también absolutamente seguros. En este sentido no hay duda alguna: cada día se mejora y es tan solo cuestión de tiempo.

Leemos una reflexión muy interesante en Business Insider, donde comentan que los robots autónomos de reparto no van a sustituir a profesionales humanos, al menos a corto plazo. Nos recuerdan también que la tecnología a veces reemplaza unos perfiles de trabajador, pero crea otros nuevos. No es descartable, ni mucho menos, un panorama en que personas y robots autónomos trabajen juntos, complementándose.


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