La gente sigue comprando cada vez más en las tiendas de comercio electrónico. Y si no encuentra lo que busca cerca de su localidad o incluso en su propio país, no tiene mayor problema en hacer pedidos a nivel internacional. Según el estudio eShopper Barometer 2018 publicado por DPDgroup que se realizó con cientos de compradores de toda Europa, el 58% de los eShoppers ha comprado alguna vez productos en tiendas extranjeras, lo que supone cinco puntos porcentuales más que el año anterior.

También resulta interesante el dato de que incluso entre quienes nunca han usado el ecommerce internacional un 33% afirman estar dispuestos a probarlo, dado que priorizan la disponibilidad de productos, marcas y precio por encima de otras consideraciones: la logística y tiempos de entrega están cada vez mejor resueltos. El perfil típCompras-EURico de estos compradores son hombres de entre 18 y 34 años, que llevan varios años comprando online y tienen ingresos elevados.

En el estudio se indica que 1 de cada 5 compras realizadas por los eShoppers europeos va a tiendas que no están en su propio país. Los porcentajes más altos están en Croacia (30%), Irlanda (29%), Letonia (28%), Portugal (28%) y Eslovenia (27%). En los que más ha crecido este fenómeno ha sido en Rumanía y Alemania. La mayor parte de estos eShoppers (6 de cada 10) llevan más de 5 años comprando online, así que se les puede considerar casi «veteranos». El 32% hace esas compras por capricho y un 10% no tiene problemas en hacer devoluciones de productos, una tendencia en aumento.

 

¿Cuáles son los principales estímulos para comprar algo fuera del propio país? El 57% de los que no lo habían hecho antes lo prueban porque la marca y los productos que quieren comprar no están disponibles en su país. Casi la mitad (un 49%) dicen buscar en el extranjero principalmente mejores ofertas y precios más bajos.

Pero también 2 de cada 3 eShoppers han comprado fuera de su país se han ido a países más lejanos, concretamente a China (47%) y Estados Unidos (31%). China es el país preferido especialmente cuando se buscan ofertas y precios bajos; los que buscan marcas concretas y productos conocidos y de mayor renombre prefieren Estados Unidos.

Algo común a todos estos compradores –ya elijan un país u otro– es que la mayor parte de sus compras son de tipo práctico (compran lo que buscan y les resulta útil) frente a las compras por impulso o capricho que son más típicas de otros entornos. Cuando responden en el estudio al tipo de servicio que prefieren destacan también la rapidez en el proceso de entrega, la transparencia en los costes y la facilidad general de la compra.

La situación global europea puede cambiar debido a los efectos del Brexit, que será además un buen momento para comprobar si todas las implicaciones de tasas, aduanas, facturación y otras trabas burocráticas pueden solucionarse fácilmente. Esto afectará sobre todo a quienes vivan en el Reino Unido, que podrían ver incrementados los precios, y en menor medida a quienes compren allí o realicen exportaciones. La situación todavía no ha terminado de aclararse, por lo que conviene estar bien informado al respecto.


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