Tenemos claro que el futuro del transporte en carretera pasa por los vehículos eléctricos. Desde principios del año pasado la legislación europea limita de forma muy estricta las emisiones de CO₂ de los nuevos vehículos puestos a la venta. Así que los fabricantes ya han tomado nota y apuestan por vehículos híbridos o 100% eléctricos. De hecho, son varias las marcas que han asegurado que para el año 2030 todo su catálogo será eléctrico.

Actualmente la ley establece que en 2025 el 15% de todos los coches vendidos sean eléctricos o híbridos enchufables. Y parece claro que cualquier cambio legislativo que se haga será para endurecer el texto actual. Es factible que vivamos una época de transición en la que se vendan paulatinamente menos coches gasolina o diésel. Paralelamente aumentarán las compras de vehículos híbridos, enchufables o no, y de coches eléctricos.

Los vehículos de hidrógeno

Sin embargo, también existe otra alternativa, ecológica: los coches de hidrógeno. Los llamados, de forma coloquial, vehículos de hidrógeno son también vehículos eléctricos. La diferencia estriba en que no acumulan electricidad en grandes baterías, sino que su fuente de energía son las pilas de hidrógeno. Como su nombre indica, el combustible de la pila es únicamente hidrógeno, al que se le añade oxígeno del aire. Y el residuo, lo que sale por el tubo de escape, es tan solo vapor de agua.

Una de las razones por las cuales los vehículos de hidrógeno tienen futuro es que también cuentan con respaldo institucional. Buena prueba de ello es que la Unión Europea va a exigir que exista un surtidor de hidrógeno cada 150 kilómetros. Por cierto, coloquialmente se les llama hidrogeneras.

El debate sobre si tienen más futuro los vehículos exclusivamente eléctricos o los alimentados por hidrógeno trasciende las intenciones de este artículo. En principio algunos expertos insisten en lo interesante que es el uso del hidrógeno en grandes vehículos. Por ejemplo, en el caso de camiones que recorran largas distancias.

SEUR y el proyecto Inspira Madrid

Como compañía líder en el sector, continuamos apostando por la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente también desde esta perspectiva. Vehículos propulsados por pilas de combustible de hidrógeno, como furgonetas, serán cada vez más habituales por las calles de nuestras ciudades.

Desde SEUR también vemos interesante el hidrógeno renovable (o verde) como combustible del futuro. Es una apuesta que encaja a la perfección con el objetivo que nos hemos propuesto para convertirnos en la compañía de transporte más sostenible del sector. Y por eso hemos dado el paso de formar parte del Proyecto Inspira Madrid.

Se trata de una iniciativa liderada por la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Madrileña Red de Gas, FRV, Meser, Toyota España y Grupo Ruiz, junto con la colaboración de PWC como asesor estratégico del consorcio.

Un proyecto común de empresas que ya aglutinaba a organizaciones relacionadas con el transporte de pasajeros y del vehículo privado. Con la incorporación de SEUR ahora está representado también el transporte de mercancías. El objetivo de fondo del proyecto es impulsar el hidrógeno renovable como combustible alternativo y afrontar el reto de la progresiva descarbonización del transporte terrestre urbano.

La primera flota de reparto impulsada por hidrógeno en Europa

Lo que desde SEUR podemos aportar al proyecto Inspira Madrid es, sobre todo, nuestra experiencia en la entrega de última milla. Cuando hablamos en este mismo blog de movilidad eficiente y sostenible, comentamos que el urbanismo de las ciudades está mutando. Especialmente en su centro, donde ya es una realidad la creación de zonas de bajas emisiones. Nuestra conclusión fue que la movilidad en las ciudades del futuro cambiará la logística. Y uno de esos cambios será, sin duda, el uso de vehículos menos contaminantes.

La noticia destaca el hecho de que el propósito de SEUR es la creación de una flota de reparto sostenible que use el hidrógeno como combustible. Pero para que esto sea factible antes hay que trabajar en la generación y la distribución de dicho hidrógeno. Así, el proyecto Inspira Madrid contempla por un lado el desarrollo de una planta de producción de hidrógeno verde. Y por otro, la creación de una red de al menos cinco estaciones de repostaje. Se espera que sean suficientes, en principio, para atender las necesidades del sector del transporte en Madrid.

¿Y qué se espera conseguir? Por parte de todos los integrantes del proyecto la reducción en 14.000 toneladas de la emisión de gases contaminantes. Todo ello fruto de la sustitución de los combustibles fósiles por el hidrógeno verde. En SEUR, sin dejar de tener siempre en el punto de mira un mejor servicio a nuestros clientes, buscamos cumplir nuestra estrategia de sostenibilidad. En ella es crucial el reparto urbano inteligente. Y una de las líneas de trabajo es el viraje progresivo hacia una flota ecológica. El objetivo es claro: lograr un reparto 100% sostenible en el centro de las ciudades.


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