Termina el Mundial 2019 de China y lo hace dejando muchas sorpresas en el camino hacia convertirse en la mejor selección del mundo. Este año ha sido España la que  ha levantado la copa de campeón, pese a las numerosas dudas que les han acompañado desde el primer momento. Hay que ser honestos y asumir que nadie, o casi nadie, contaba con que los de Scariolo iban a lograr el Oro. Una demostración más de que nunca se debe dudar de este equipo. Frente a él, una fuerte Argentina que no pudo hacer frente a España en ningún momento de la final, por mucho que lo intentasen: “Nos dominaron de principio a fin”, asumía el entrenador albiceleste.

No han faltado tampoco ni el aliento de la afición española, tanto en la grada como a través de las pantallas y las redes sociales, ni de sus patrocinadores. SEUR, como proveedor oficial, cumplió este año su undécimo aniversario. Una estrategia de 360º que abarca también a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) y a otras entidades  que apuestan por el deporte de base como el Olímpico Madrid. Todo ello con el esfuerzo, la ilusión y la igualdad en el deporte por bandera.

Para hablar de las sorpresas que deja este Mundial, empezamos por el final. Más concretamente con la inesperada final España vs. Argentina, ya que la gran mayoría daba por sentado que EE.UU. estaría peleando por la medalla de oro. Pero no fue así. Como decíamos, España suscitaba dudas por las nuevas incorporaciones, la ausencia de Pau Gasol, el relevo de los juniors de oro… una suma de cosas que no eran los mejores ingredientes para pensar en ganar el Mundial. El objetivo era meterse en los Juegos Olímpicos y pelear por medallas.

Si algo ha demostrado este equipo, otra vez más, es que no se puede dudar de ellos. Todos arriman el hombro, se conocen y aportan cuando más falta hace. Así lo hicieron durante la fase de grupos, superando incluso a la temida Serbia y las primeras dudas serias contra ellos porque los de Djordjevic estaban arrasando; Polonia en cuartos fue algo más sencillo, pero ante Australia se complicó muchísimo con España sufriendo por abajo en el tercer cuarto, con el partido casi perdido, y necesitando dos prórrogas para plantarse en la final. Un Mundial repleto de épica.

Un sobresaliente Ricky Rubio cogió la batuta de mando desde el principio, organizando a la selección perfectamente con su visión de juego y sin miedo de jugarse las bolas calientes. Le valió el MVP de la Final y el MVP del Torneo. Junto a él, Marc Gasol ponía los galones en la pintura, apareciendo en momentos puntuales pero con mucho acierto. Hay que destacar el gran torneo que han hecho Rudy Fernández, sobre todo en defensa; Sergio Llull, incansable y un completísimo Juancho Hernangómez al que le costó sentirse cómodo en el ataque pero que firmó una final brillante cortando muchos balones en defensa y anotando sin temor en ataque. Un trabajo de equipo, de familia, como ellos mismos llaman a esta selección que además, cuenta con dos jugadores en el Mejor Quintento del torneo: Ricky Rubio y Marc Gasol, que se unen a Bogdan Bogdanovic, Evan Fournier y Luis Scola. Otra sorpresa; ningún norteamericano entre los cinco mejores… por algo será.

Scola decía poco después de perder la final que tenían que valorar lo que habían conseguido. No le falta razón. Argentina ha firmado un campeonato brillante con Campazzo y Laprovittola al mando en el juego exterior y organización del juego y con el capitanísimo Luis Scola defendiendo la zona y el poste bajo. Los años no han pasado por él. Ganaron a Serbia en los cuartos de final y afrontaron tan motivados la semifinal que arrollaron a Francia. Ante la ÑBA no pudieron hacer nada. El podio de este Mundial de China con España a la cabeza, seguida de Argentina, lo cierra una aguerrida Francia con De Colo y Fournier a los mandos en su partido por llevarse la medalla. Quizás es la menos sorpresa de las tres medallistas. ¿Y Estados Unidos? Pues han sido la mayor sorpresa de este Mundial, no solo porque no llegaron a la final si no porque han conseguido el peor resultado en su historia, séptimos. Sufrieron contra Turquía en la primera fase, con una prórroga incluida; pero la debacle llegó contra Francia en cuartos de final que les dejó fuera del campeonato y siguió con la derrota contra Serbia que les llevó a su séptimo puesto final. Las sorpresas no tienen porqué ser positivas.

 

Si hablamos de decepciones, tenemos que nombrar a Serbia, que empezó como el gran temido y ha terminado sexto en el campeonato y con su seleccionador Djordjevic anunciando que dejará el puesto. Y por supuesto Turquía, que pasó de ser el primer equipo que casi vence a EE.UU. a desaparecer del Mundial sin dejar ni rastro. Nunca una casi victoria hizo tanto daño a un equipo. Grecia tampoco ha estado a la altura de lo esperado, demostrando que los torneos no se ganan con nombres, si no con compromiso en la cancha. De esto último España sabe mucho desde hace casi dos décadas. Campeones en Japón en 2006, campeones en Pekín 2019. Parece que se nos da bien la zona asiática. ¿Nos preparamos para Tokio 2020?


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