El sector de la alimentación sigue creciendo año tras año como una de las tendencias del ecommerce que ocupa poco a poco una mayor cuota de mercado, llegando hasta el 16% en 2018 (según el eShopper Barometer del año pasado). En buena parte ayuda que el mercado esté más maduro, la gente se ha acostumbrado a disfrutar de pedidos de comida preparada y alimentos frescos como algo natural. Y en parte también gracias a que cada vez hay una mayor oferta y ventajas para ello, desde los envíos urgentes y en el día a los que mantienen la cadena del frío para profesionales.
Según el ICEX, estos negocios del ecommerce / e-Grocery asociado a la alimentación se pueden clasificar en varios grupos. Están los grandes supermercados tradicionales acompañados de las redes de supermercados locales, los supermercados especializados online –sin presencia en tiendas físicas– y los supermercados de «pedidos combinado», como LolaMarket en España, que agrupa diversas tiendas de cara a los compradores. Pero también hay nuevos terrenos donde estos negocios pueden destacar en el mundo online: los supermercados ecológicos, con productos frescos muy especializados, y los llamados supermercados de comida étnica, a donde gente de todo tipo puede dirigirse para degustar especialidades internacionales.
Una característica típica de los supermercados especializados y los de pedido combinado es que el importe promedio del carrito de la compra suele ser más alto, en parte debido al mayor nivel socioeconómico típico de los compradores, y en parte al que los precios de los productos suelen ser mayores. En algunos casos se manejan pedidos promedios de 100 euros en adelante. Este negocio es bastante diferente del de los pedidos tradicionales de «comida rápida»; aquí hay productos más exclusivos y para ocasiones especiales. Según los estudios del ICEX y los que manejan algunas de estas tiendas, el perfil típico son principalmente mujeres de clase media/alta y con cierta experiencia tecnológica quienes hacen los pedidos.
Actualmente existen, además, soluciones para realizar estos envíos manteniendo la cadena del frío; algo necesario por ejemplo para el envío de pescados, carnes, mariscos frescos, lácteos y productos gourmet de todo tipo. La tecnología de hoy en día permite incluso garantizar el control de esa cadena del frío mediante sensores de temperatura conectados a la IoT (internet de las cosas), algo importante por ejemplo para tiendas como restaurantes que necesitan llevar sus productos de unas sedes a otras con garantías.
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{Foto (CC) Scott Warman @ Unsplash}
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