Todos los emprendedores sueñan con tener un unicornio; sería señal de que las cosas «han ido bien». Este mitológico término se acuñó en 2013 en relación a las empresas tecnológicas de reciente creación para para referirse a una startup cuya valoración supera los 1.000 millones de dólares (un «billón americano»). Naturalmente, hay muchas empresas más grandes, pero normalmente han dado el paso de cotizar en bolsa o han perdido alguna de sus carácteristicas de startup. A día de hoy se calcula que hay más de 200 unicornios en todo el mundo.
¿De dónde sale esa valoración, si las empresas son todavía muy jóvenes? Normalmente de extrapolar su valor en función de las inversiones realizadas en las diferentes rondas de financiación o en los exits. Ese valor se examina a partir de sus ingresos, perspectivas de negocio y potencial – datos que no siempre son «tangibles». Lo tangible es lo que los inversores pagan por las acciones – y es de donde proviene el cálculo. Una startup puede por ejemplo «perder» mucho dinero pero contar con una excelente tecnología, una patente o un factor de crecimiento sin oposición que augure grandes beneficios en el futuro. Cuando los inversores pagan un dineral por un pequeño porcentaje (digamos, 100 millones de dólares por un 10% de la empresa) se extrapola al total – algo que no siempre es lo más adecuado, pero así se examina. Si ese valor es de 1.000 millones de dólares o más, ¡felicidades! Ha nacido un unicornio.
Utilizando datos de Pitchbook la gente de Visual Capitalist publicó una interesante infografía en The 57 Startups That Became Unicorns in 2017 que muestra la evolución desde 2004 del número de unicornios que han «aflorado» cada año. En en los 2000 se podían contar con los dedos de la mano; hoy en día tenemos 40, 50 o incluso 80 al año – como sucedió en 2015. Tan solo en el año 2015 surgieron 81; el año pasado, 57.
Examina la lista de los unicornios más recientes también es significativo. Los primeros puestos los ocupan compañías chinas; de hecho siete de los primeros diez unicornios son chinos: Toutiao, Lianjia.com, Nio, BIAC… Si no son muy conocidos en occidente es normal: son negocios relativamente tradicionales como agregadores de noticias, inmobiliarias, o fabricantes de vehículos eléctricos que solo operan en el país asiático.
Estados Unidos ocupa la segunda posición en la clasificación, con empresas de software e inteligencia para el ámbito de la salud (Outcome Health) o la distribución (Powerchord). La británica Cantab Research, dedicada a software para la investigación cognitiva, también está en buena posición.
En España se suele decir que apenas hay unicornios aunque en las listas aparecen algunos de vez en cuando. El análisis de Kauffman Fellows de The EUnicorn Economy: opportunities for Spain (2016) enumeraba a algunos potenciales jugadores de lo que llamaba «La Liga»: Privalia, TicketBis o Idealista, en muchos de los cuales se han realizado grandes exits desde entonces. El periódico La Razón citaba como los cuatro «unicornios» españoles más envidiados a Carto (Cartografía), Wallapop (Compra-venta de segunda mano), AlienVault (Seguridad) y Scytl (Tecnología electoral).
{Foto: Unicorn (CC) Yosuke Muroya @ Flickr}
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