Muchas veces nos preguntamos cuáles son las claves perfectas para que un e-commerce triunfe en Internet. Además de esas pequeñas estrategias que se convierten en grandes aliados, a veces descuidamos lo más importante: saber qué busca el e-comprador. Gracias a estudios como el alemán Initiative D21 podemos conocer un poco mejor los hábitos de ese usuario de Internet tan vital para el comercio electrónico.
Y es curioso pero, más allá del precio, el comprador de Internet busca dos cosas: seguridad en sus transacciones y encontrar sellos de calidad en los e-commerce. Dos activos a contemplar en nuestro propio negocio.
Tanto es así que, según este barómetro alemán, las cifras hablan por sí mismas: el 50% de las personas que nunca ha realizado una compra en Internet argumenta que no lo hace porque desconfía de su seguridad. Sin embargo, el estudio deja claro también que el usuario de Internet reclama cada vez más transparencia a la hora de efectuar sus compras y un blindaje de seguridad para realizar sus transacciones.
Pero es curioso su propio baremo para elegir dónde comprar porque, por encima del precio, el comprador online utiliza como primera guía a la hora de elegir un comercio electrónico la opinión de otros usuarios. Algo que vuelve a recordarnos por qué velar por una sana reputación online es un factor determinante para nuestro negocio.
Por otra parte, los e-compradores ya identifican los sellos de calidad de los portales de venta electrónica. Algo que es tan definitivo a la hora de comprar, como el porcentaje que supone según el estudio: el 76% de los internautas ya reconoce los distintivos de calidad que figuran en los portales, y un 63% de ellos prefiere no realizar una compra si no los ve entre su información. Una manera de, volviendo al punto de inicio de hábitos del e-comprador, fomentar la seguridad en un comercio electrónico.
Y aunque el coste es también uno de los motivos que puede decidir a un comprador electrónico ante un e-commerce, el estudio demuestra que, a pesar de todo, no es lo más definitivo para lograr una compra. La competitividad de la red es necesaria para promover el consumo electrónico, sin duda. Pero el usuario electrónico antepone la tranquilidad de su transacción a ahorrarse unos euros.
A tener en cuenta, sin duda, para no solo competir en precio, sino también en calidad.
Foto | Alfonso Benayas
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