Desde el punto de vista de la analítica web, existen muchas variables importantes que podemos tener en cuenta para mejorar desde el marketing hasta el diseño de la propia página. Las visitas son importantes, pero lo son mucho más las páginas vistas por visita, las conversiones, el tiempo en página y una variable que suele llevar a confusión como lo es la tasa o porcentaje de rebote, conocido en inglés como Bounce rate.

Un rebote se considera cuando un visitante abandona una página en concreto al poco tiempo de haber llegado a ella, y sin interactuar con ella. La frontera para considerar rebote o visita está en 30 segundos, por lo que el abandono prematuro sin interacción se entiende como desinterés. El porcentaje de rebote es el porcentaje de sesiones en las que el usuario ha abandonado su sitio en la página de entrada sin interactuar con ella.

El porcentaje de rebote es un indicador de lo interesante en media que es una página en concreto para los visitantes que llegan a ella. Un porcentaje reducido es buen indicador, y si es alto es mala señal. Para poner un ejemplo sencillo, nosotros mismos hacemos un rebote al buscar información en Google, si elegimos un resultado pero nos decepciona. Al salir inmediatamente, provocamos un rebote.

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Pistas para reducir el porcentaje de rebote en tu web

Hay que tener en cuenta que estos consejos son generales. Es decir, todos sirven para el propósito, pero dependerá enteramente de la web concreta que funcionen mejor o peor.

  1. Mejora el contenido. Parece obvio, pero el contenido es crucial para disminuir el bounce rate. ¿Cumple las expectativas? ¿El contenido versa sobre lo que sugiere el titular? ¿Es lo que esperaría el lector? ¿Es legible, o se hace complicado de consultar?
  2. Diseña bien tus anuncios por keywords. Un problema directo de hacerlo mal es que el anuncio lleva a una página de contenidos que no cuadra exactamente con lo prometido, lo que provocará la salida inmediata del usuario en pocos segundos.
  3. Vigila y optimiza el tiempo de carga. Si tu página web tarda demasiado en cargar el contenido, es muy probable que muchos usuarios la abandonen antes de que termine el proceso.
  4. Un buen diseño orientado al usuario reduce el porcentaje de rebote. Es decir, lo contrario provocará más rebotes, como por ejemplo al implementar un diseño caótico y poco intuitivo, o sin ir más lejos, al no disponer de una versión móvil adecuada.
  5. Los enlaces hacia el exterior, con mesura. Cuanto más enlacemos fuera de nuestro sitio, más porcentaje de rebote observaremos. Es natural, y no es algo muy perjudicial porque ya sabemos que enlazar bien es positivo para nuestro posicionamiento, pero hemos de tenerlo en cuenta. De la misma manera, los enlaces rotos hacia nuestra propia página (o al exterior), incrementan el porcentaje de rebote.
  6. Publicidad excesiva, pop-up molestos y otras estrategias invasivas incrementan el abandono de la página. Lo ideal es que cualquier ventana emergente que incluyamos en el diseño aporte un valor real al usuario. Si no aporta ese valor, es mejor prescindir de ello.

Como nota final, el porcentaje de rebote no debe ser visto de manera obsesiva. Es posible que se incremente por acciones que no son negativas para nosotros. Por ejemplo, si un visitante carga nuestro eCommerce solo para anotar el número de teléfono y cierra el navegador aumentará el rebote, pero no será en nuestro perjuicio. O bien esa persona encuentra el dato que buscaba en diez segundos, y abandona la web: será un rebote, pero esa persnoa habra obtenido lo que buscaba.

Vía | AddThis


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