El progreso tanto en soluciones de realidad virtual como en sus aplicaciones en el comercio es muy rápido, tanto que no es raro ver cada mes una nueva y sorprendente aplicación. Las gafas de realidad virtual, más indicadas para un uso doméstico o más profesional (por ejemplo, para arquitectos o diseñadores) darán paso a soluciones más complejas y orientadas a la venta online, como por ejemplo probadores interactivos con los que poder ver de antemano cómo nos queda una prenda, incluso desde casa.

Existen ya soluciones intermedias, que sin ser estrictamente soluciones basadas en realidad virtual, cumplen una función clara en el nuevo eCommerce: un probador de gafas online, por ejemplo, es un experimento que además puede potenciar las conversiones de una manera muy intuitiva: podemos ver en tiempo real cómo nos van a quedar las gafas que deseamos, antes de hacer el pedido.

La idea es de la empresa española Cufflinks, y consiste en algo tan simple como subir una fotografía y probarse cualquiera de las gafas que tienen en el catálogo. Así, el cliente puede comprobar no solo cómo quedan las formas de las gafas con su cara, sino elegir el color que más le favorezca. Pero eso no es realidad virtual,… aunque se le parece.

Otras soluciones son los probadores de realidad aumentada, que digamos no son exactamente probadores de realidad virtual, pero se les aproximan mucho, ya que la idea es que sobre nuestra imagen real, se superpongan las diferentes prendas que elegimos interactuando con el entorno (virtual, este sí). Y esto no es algo reciente, sino que existen desarrollos no comerciales desde hace unos cuantos años, por ejemplo el que vemos en este vídeo:

Si nos referimos a avances en realidad virtual para eCommerce, estrictamente, una buena aproximación es la de Virtual Dressing Room, una aplicación desarrollada por Florian Hönicke y Torsten Borchert, y tan interesante como lo que puedes ver en este vídeo:

Aquí sí que podemos hablar de Realidad Virtual: el cliente, en su casa, descarga la aplicación y se conecta con sus gafas de realidad virtual para verse a sí mismo en un probador, con las prendas a su alcance para combinarlas y ver cómo le sientan, y todo sin moverse de casa. Es la idea que puede triunfar, y es lo que para algunos será el futuro en no demasiados años. Por ejemplo, eBay predice que la realidad virtual irrumpirá con tanta fuerza en el eCommerce como en el mundo gamer.

Otros expertos apuntan una fecha concreta, 2050, como el punto de inflexión en el que la realidad virtual será más importante para ir de compras, que la propia actividad física de ir de tiendas. La proliferación de asistentes robóticos, de probadores virtuales, así como la evolución de la tecnología doméstica de realidad virtual (especialmente en cuanto a las gafas, su software y a la capacidad de procesamiento de sus procesadores) harán posible el cambio que hoy tan solo intuimos.


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