Smart City Toronto

El término ciudad inteligente ha evolucionado con el tiempo, pero la gran mayoría de los expertos lo han generalizado para referirse al desarrollo urbano de una forma sostenible y eficiente. Por un lado, resuelve las necesidades de los habitantes y, por otro, respeta las cuestiones sociales y medioambientales. En cuanto al uso de los transportes es la «inteligencia» de los servicios de la ciudad la que los mejora económica y medio ambientalmente, con el objetivo de hacerlos más sostenibles permitiendo el aprovechamiento del tiempo de los ciudadanos.

Hoy en día estamos viviendo numerosas iniciativas que conforman la experiencia más parecida a vivir en esas ciudades inteligentes en cuanto a transporte se refiere, que no está de más enumerar recordando algunas de sus aplicaciones más prácticas y cercanas:

  • La gestión de tráfico en tiempo real, que los usuarios pueden recibir a través de dispositivos móviles al tiempo que la propia ciudad se autorregula con sistemas cada vez más complejos. En este terreno de la movilidad urbana, todavía quedan muchos avances por ver en España, tanto en las grandes ciudades como en las más pequeñas. Por suerte, muchas ciudades cuentan ya con mapas detallados e información pública y abierta sobre la propia ciudad: callejeros, plazas de aparcamiento, servicios públicos, carriles bici y demás, para servir de base a otros desarrollos.
  • La movilidad en transporte público: sistemas más sostenibles, menos contaminantes y más económicos. Actualmente es rara la ciudad que no cuenta con información pública y detallada sobre estos transportes que puede consultarse en los mapas de Google, en apps creadas al efecto para los teléfonos inteligentes o en paneles situados en las calles de la propia ciudad.
  • La gestión de aparcamientos públicos inteligentes: teniendo en cuenta el conocido dato de que casi la mitad de los coches que circulan por las ciudades están buscando una plaza de aparcamiento, los avances en aparcamiento inteligente son fundamentales: permiten conocer en tiempo real dónde hay plazas libres e incluso reservarlas a distancia para llegar y aparcar sin esperas. El resultado es menos tiempo perdido, menos contaminación y un tráfico más fluido.
  • Los coches eléctricos y las estaciones de recarga. Todavía consolidándose como la alternativa de futuro, son la gran esperanza para eliminar gran parte de la contaminación de las ciudades. La mayor limitación para los coches eléctricos son actualmente los puntos de recarga: hay que encontrar las mejores ubicaciones y hacer que funcionen de forma sencilla y práctica. Se están probando desde estaciones solares a estaciones inalámbricas; las soluciones actuales de plazas convencionales con parquímetros, cables eléctricos, adaptadores para cada modelo de coche y pago por tarjeta o móvil son de momento la primera opción.
  • La bicicleta como gran alternativa. Además de ser un excelente sistema de movilidad para los particulares, los ayuntamientos de las ciudades inteligentes suelen ofrecer flotas de bicicletas en alquiler, muchas veces en redes de trayectos independientes, como son los sistemas de Barcelona, Sevilla, Valencia y Zaragoza – a las que pronto se unirá Madrid.  Nueva York también se apuntó a la moda este año. El siguiente paso es resolver los problemas de aparcamiento de las bicis e incluso reinventar las formas de alquilar bicicletas, ya sea en tiendas o entre particulares.

{Foto: Toronto Yonge-Dundas Square (CC) Pedro Szekely @ Flickr}


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