Ahora que pronto comenzará la temporada de compras navideñas conviene repasar uno de los apartados claves para todo negocio online y las pymes que operan a través de internet. Es algo que a veces se da prácticamente por supuesto, pero que debido a la velocidad a la que evoluciona puede a veces marcar la diferencia entre que una compra se realice o no: los métodos de pago online.
Si bien hay negocios que se empeñan en mantener tan solo una o dos fórmulas de pago en sus tiendas online, lo cierto es que los métodos de pago son cada vez más flexibles y se han adaptado a las circunstancias recientes, especialmente en este año 2020 que tantos cambios y digitalización forzada ha traído.
Algunos ejemplos: en las tiendas físicas la pandemia de la Covid-19 disparó el uso de las tarjetas sin contacto y los pagos a través de móvil como forma de pago. Cuando aplicaciones de pago entre particulares como Bizum han alcanzado el «efecto red» (se vuelven exponencialmente más útiles cuanta más gente las usa) los pequeños pagos entre familiares, amigos y pequeños compradores dejan de hacerse en efectivo. Además de eso, la integración de las fórmulas de pago de gigantes como Apple y Google, incluso la propia presencia de sus logotipos, han hecho que mucha gente tenga más confianza a la hora de pagar online.
En un reciente artículo BeeDigital, una empresa dedicada al marketing digital para Pymes y Autónomos, su director de marketing Ignacio Manrique de Lara Fernández afirmaba que «digitalizarse implica adaptarse a las novedades tecnológicas que piden los consumidores», algo que es tan cierto como proactivo. ¿Si la gente quiere pagar por PayPal, por qué no añadirlo como forma de pago? ¿Y si prefieren enviar un Bizum? Todas estas tecnologías, salvo excepciones, se mencionan como ya maduras:
- Tarjetas de crédito y débito – La mayor parte ya son del tipo «chip sin contacto», adaptadas a las necesidades de las tiendas físicas gracias a TPVs (terminales de punto de venta) modernizados en tiempo récord. Las tarjetas siguen siendo una de las favoritas de todos los compradores online, a veces porque facilitan el crédito, a veces simplemente por la comodidad de no llevar efectivo, y a veces por ofrecer una mayor seguridad gracias al contacto cero.
- Apps de pago móvil – Apple Pay y Google Pay tienen sus propias wallets (tarjetas digitales) donde se pueden agrupar todas las tarjetas físicas. Además de esta comodidad también permiten guardar un registro de las compras y, quizá lo más importante, «pagar con la huella digital», lo que permite olvidarse de los números PIN. Con la mayor parte de bancos ya integrados y las tiendas físicas adaptadas, quienes tienen un smartphone o un smartwatch moderno pueden dejarse las tarjetas físicas en casa sin mayores problemas.
- Bizum – Aunque tuvo un arranque lento, esta forma de pagos con el móvil ha atravesado ya la barrera de adopción hasta el punto de que incluso quienes no son especialmente amantes de la tecnología. Solo se necesita instalar la app a través del banco; a partir de ese momento se puede enviar y recibir dinero con solo conocer el número de móvil de otras personas. Además de usarse para pagos familiares y entre amigos es ya un método común para pagar compras en mercadillos de segunda mano y similares (el pago promedio son 50 €). Debido a que es instantáneo y la confirmación se recibe en segundos hay incluso tiendas físicas que lo ofrecen como forma de pago. El hecho de estar visiblemente «respaldado por los bancos» da mayor confianza en su seguridad.
- PayPal – Sigue siendo uno de los métodos más universales para pagar y recibir dinero. Su seguridad es muy alta y quienes lo usan a menudo lo encuentran muy cómodo, con opciones del tipo «pagar con un clic» o notificaciones cuando llega dinero a la cuenta. También se ofrece versiones para particulares y negocios, incluyendo fórmulas de suscripción periódica. Es especialmente recomendable para realizar pagos internacionales: PayPal se encarga de la conversión de moneda y a diferencia de Bizum y las transferencias, PayPal es básicamente igual en todas partes del mundo.
- Bitcoin y otras criptodivisas – Por mucho que Bitcoin tenga un punto interesante sigue muy lejos de ser algo universal y tan corriente como PayPal o Google Pay para pagar en las tiendas online (raro es encontrar una). Los sitios que usan Bitcoin suelen ser muy «peculiares» –por decir algo– y generalmente se ofrece como opción extra en productos o servicios tecnológicos, un poco por postureo modernista, otro por «probar a ver qué tal». Una vez enviadas las Bitcoin no es fácil «recuperarlas» en caso de problemas; desde luego no como si se usara una tarjeta Visa, PayPal o una transferencia bancaria. A diferencia de lo que la gente cree, el pago con Bitcoin no es necesariamente anónimo, y tampoco instantáneo. Eso sí: todo esto podría cambiar en el futuro y además de Bitcoin hay muchas otras criptodivisas con diferentes ventajas en estos aspectos.
- Métodos clásicos – Aquí entrarían métodos como las transferencias, el pago contrareembolso y diversas fórmulas de financiación a plazos. Según el volumen de las transacciones pueden ser interesantes, y de hecho en el caso de las transferencias dependiendo de los bancos emisor y receptor los pagos pueden ser efectivos casi al instante, algo que particulares y empresas llevan años reclamando. En general son fórmulas pensadas para pagos de cantidades más altas.
Este repaso rápido a las fórmulas más habituales de pagos online lleva a preguntarse: ¿tiene mi tienda todas las opciones que quieren los visitantes? ¿Puedo estar perdiendo ventas por no ofrecer alguno de estos métodos? ¿Debería ofrecer la opción de pagar por transferencia a mis clientes más fiables y habituales?
Hay que tener en cuenta que las comisiones de los intermediarios son muy similares entre todos ellos, especialmente si las cantidades no son precisamente pequeñas. Y también que hay gente que puede optar por la compra dependiendo de si puede pagar de una forma u otra, como en el caso de PayPal, Apple Pay o Google Pay. Todas son fórmulas actuales, seguras e interesantes, que añadir a las tarjetas de crédito/débito, hasta hoy el único método que es casi «obligatorio».
{Fotos (CC) Blake Wisz, David Shares @ Unsplash}
Genial artículo, aunque echo de menos otros métodos de pago que están cogiendo fuerza en la actualidad cómo Stripe, sobretodo en lo que a ecommerces se refiere. Asimismo, me gustaría añadir los monederos virtuales, sobretodo en lo que a servicios se refiere. Un saludo y felicidades por crear valor tan a menudo ;)