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Instagram, la red social de fotografía más famosa del momento se ha lanzado al mercado del micro-vídeo. Con esta nueva actualización ha entrado en conflicto con Vine, la plataforma más conocida para compartir vídeos. Herramientas muy similares que «lucharán» por seguir incrementando su número de usuarios. Instagram tiene más de 150 millones de usuarios y Vine más de 113 millones.

La primera diferencia entre una y otra la encontramos en la duración. En el caso de Vine, el vídeo es de 6 segundos, mientras que en Instagram es de 15 segundos, es decir, el doble de tiempo. En las dos herramientas se puede ir grabando en pequeños clips separados, dando la sensación de un collage de vídeo.

La superioridad de Instagram reside en que te permite borrar el último clip, muy útil si estás intentando hacer un vídeo en diferentes localizaciones.

Esas localizaciones las puedes incluir en el vídeo-en la geolocalización- en ambas aplicaciones. El usuario podrá incluir la ubicación geográfica desde donde se ha tomado el vídeo. De esta forma,  puede mostrar sus lugares favoritos o dónde se encuentra a sus seguidores. La ventaja de Instagram es que te permite crear un mapa con todos los lugares en los que hayas estado, mientras que Vine no cuenta con esa opción.

Una vez realizado el vídeo, Instagram te permite utilizar 13 filtros creativos para poder editar tu vídeo. Dependiendo de la elección que hagas, podrás dejar tus vídeos en blanco y negro, aumentar el contraste entre tonos claros y oscuros o saturar los colores. Aunque también puedes publicar tu creación sin cambios, es decir, sin filtros. En el caso de Vine, no tiene filtro alguno. Esto puede ser visto como una ventaja para los que prefieren aplicaciones más sencillas.

A la hora de compartir un vídeo si se prefiere reducir el número de pasos, la mejor aplicación es Vine. Desde que abres Vine hasta que compartes el vídeo solo debes seguir 4 pasos. En el caso de Instagram, tendrás que seguir 7 pasos, que incluyen la opción de agregar perfiles y la de seleccionar una imagen de portada que identifique a tu vídeo.

Por último, puedes elegir en qué redes sociales quieres compartir tu vídeo. Vine te permite enviar tus vídeos a Twitter y Facebook, además de al propio Vine. Por su parte Instagram, te da como opciones, Twitter, Facebook, Tumblr y, también, la posibilidad de enviar el enlace del vídeo por mail, además de a la propia red de Instagram.

Y  no sólo eso, ambas comunidades se han convertido en potenciales plataformas para el comercio electrónico porque permiten a las empresas mostrar el producto o servicio de una manera distinta a cómo se realiza con otras herramientas de comunicación y marketing. Un arma muy atractiva que, sin grandes costes, ofrece a las compañías la posibilidad de utilizar hashtags relevantes, contar la historia de su marca, enviar testimonios de clientes satisfechos o promocionar un nuevo producto, entre otras cosas; consiguiendo así aumentar el número de clientes y el engagement.

Como hemos podido comprobar, ambas aplicaciones son muy completas y ofrecen unas ventajas muy interesantes para los usuarios y empresas Y, llegados a este punto, ¿quién ganará la batalla?

Imagen/Filckr


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