Bajo el nombre de Aeronautics Business Factory la multinacional española Indra y la Axencia Galega de Innovación de la Xunta de Galicia han presentado un proyecto para financiar cerca de 20 proyectos relacionados con los drones aplicados a la ingeniería civil, de los que casi la mitad han de ser empresas de reciente creación. Estos proyectos pasarán a estar dentro de la Civil UAVs Initiative, una iniciativa empresarial similar a nivel europeo. Lo que buscan, según han resumido en una frase, es «ideas innovadoras que transformen y marquen el camino a la industria de los drones civiles».
Los proyectos pueden abarcar todo tipo de drones y temas relacionados, pues los define simplemente como «vehículos no tripulados» sin más limitaciones. No se especifican tamaños, ni marcas, ni tecnologías concretas, así que se puede dejar volar un poco la imaginación en cuanto a los proyectos. Simplemente debe ser algo que tenga una aplicación dentro del campo de la industria de los drones civiles y en algunos casos que ya tengan un modelo de negocio.
La financiación prevista son hasta 4,75 millones de euros en los próximos tres años, comenzando en noviembre de 2018 y finalizando en 2021. Es para proyectos apropiados para pequeñas y medianas empresas tanto de nueva creación (startups) como ya existentes pero que necesiten entrar en proceso de «aceleración».
Los proyectos se dividen en dos grupos:
- Startups: 9 proyectos se elegirán entre startups en fase temprana de gestación, spin-offs surgidas de universidades o spin-outs (escisiones de empresas ya establecidas).
- Sector aeroespacial: 10 proyectos se elegirán entre pymes del sector aeroespacial ya establecidas y con un modelo de negocio validado, que necesiten un «empujoncito» o fase de aceleración.
De este modo se pretenden cubrir todos los campos: tanto el de las nuevas ideas que hay que poner en marcha prácticamente desde cero como el de la aceleración de proyectos ya establecidos que requieran de ayuda en investigación y desarrollo, experimentación o lanzamiento al mercado.
La iniciativa es muy global y de hecho pueden participar empresas de todo el mundo con la condición de que trabajen desde Galicia como sede. El apoyo incluye espacio de trabajo, infraestructuras para pruebas, asesoramiento en áreas de tecnología y negocios y también –y muy relevante en este caso– acceso al aeródromo de Rozas en Lugo. Algo especialmente interesante es la puesta a su disposición de aeronaves como el P2006T MRI de Indra, con el que se pueden probar los drones, sus cargas y las ideas que se presenten en los proyectos.
{Fotos: Drone (CC) Diana Măceşanu @ Unsplash; Indra}
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