Twitter introduce novedades en su red social a un ritmo imparable  pero a quienes lo usan no les falta ingenio y, de hecho, crean formatos y nuevas funciones prácticamente de la nada. Los retuits (RT) son un buen ejemplo: algo útil que con el tiempo Twitter incorporó oficialmente en el servicio. Una de las últimas funciones añadidas hace unos meses fue la posibilidad de escribir automáticamente «hilos» de tuits (threads) que es como se conoce a la forma ordenada de publicar una serie de tuits sobre la misma temática –normalmente numerándolos– de manera que formen un contenido a modo de historia más larga que el límite de un tuit (280 caracteres). Antes de esto la gente simplemente hacía lo que se llamaba «tormenta de tuits» (tweet storm) publicando muchos tuits en poco tiempo; los hilos han llegado para poner un poco de orden.

Estos hilos se han vuelto tan populares que han surgido selecciones de los mejores hilos del año e incluso concursos. La mayor parte no son más que otra forma de publicar una opinión larga (‘Las «cárnicas»‘ de Lau Organa), contar una vivencia personal (‘El trabajo de un documentalista‘ de Ismael Alonso) o incluso dar forma a un relato de ficción (‘Las extrañas vacaciones‘ de Manuel Bartual). Muchos tienen carácter didáctico o enciclopédico (‘Qué no hacer si te encuentras una ambulancia detrás de tu coche‘ de Hika Throeau); otros son historias humorísticas (‘Frodo en la casa de empeños‘, de Wilhelmimimmi) o relatos en tiempo real de eventos y noticias (‘Hilos desde Washington‘ de Dori Toribio).

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En el fondo los hilos de Twitter son un nuevo formato para dar a conocer los contenidos de siempre – lo cual es una estupenda herramienta personal y en algunos casos también de promoción para las marcas, por ejemplo, para llegar a gente que únicamente usa el móvil y no el ordenador u otros dispositivos. Quienes gestionan las cuentas de Twitter de las compañías pueden crear hilos a modo de pequeños anuncios con novedades, usar el formato entrevista o «preguntas y respuestas», reescribir un manual de «preguntas frecuentes» (o, incluso,) cubrir eventos propios o del sector en tiempo real. También se puede usar la popularidad del formato hilo para plantearlos como retos o concursos, otra forma de reciclar el contenido generado por los usuarios (ej. un concurso de fotos).

Algunas de las recomendaciones para publicar hilos son las siguientes:

  •  Utilizar la herramienta que facilita Twitter para los hilos (el signo «+» junto al botón «Tuitear») que permite hilar correctamente los tuits. Alternativamente se puede hacer «respondiendo» a un tuit con la continuación del texto (y borrando el @nombre del principio). También hay herramientas específicas si ya se tiene el texto preparado, por ejemplo Twitter Text Splitter.
  • Numerar cada tuit, en formato 1/ 2/ 3/ … o si es posible indicando cuántos tuits hay en total (1/10, 2/10…). Naturalmente es conveniente tenerlo todo escrito al completo y bien corregido antes de lanzarlo, ya que por desgracia, Twitter no permite todavía editar erratas. El primer tuit es clave y el más importante. Es lo que se podría denominar «tuit cebo»: debe indicar que de ese va a colgar un hilo –algo breve pero descriptivo– y también que hay más material a continuación (con una explicación, flechas, etcétera). Hay que tener en cuenta que será el tuit que la gente retuitee para darlo a conocer, de ahí su importancia.
  • Las fotos y vídeos son importantes. Al igual que sucede con los tuits, los hilos más populares suelen ir acompañados de fotos o algún vídeo, siempre que sean material informativo y útil y aporten algo de información (no foto de stock o de relleno).
  • Interactuar. Los seguidores de la cuenta suelen tener preguntas y aportaciones; es recomendable como siempre contestar dentro de lo posible o incorporar la información en nuevos tuits al final del hilo, si es viable.
  • Elegir el momento. Los expertos recomiendan lanzar los hilos durante el fin de semana, por ser cuando más tiempo se puede dedicar a leer algo más largo con calma. Si se elige durante la semana conviene buscar un momento «tranquilo»: o muy temprano o después de la hora de la comida o la cena.

La ventaja de los hilos de Twitter es que son muy sencillos de entender y de preparar – por no hablar de que son gratis. Puede utilizarse material ya existente reciclándolo (aunque siempre es mejor algo novedoso) y pueden proporcionar una forma divertida de aproximarse a la comunidad alrededor de una marca y generar el famoso «engagement». La popularidad de los hilos es tal que si un tuit normal recibe unas decenas de «me gusta» o «retuits» un buen hilo puede recibir cientos o incluso miles.

Como conclusión podría decirse que estamos ante una herramienta que utilizada con habilidad y sin que hagan falta grandes recursos puede ser muy potente para la promoción de una marca. Todo es cuestión de encontrar el encaje adecuado: ya sea en forma de anécdotas bien contadas, historias interesantes con un poco de investigación detrás o para profundizar en algún tema. Probar no cuesta nada y aprovechar el tirón de moda tampoco. Si en el equipo del proyecto hay alguien con habilidades narrativas quizá pueda crear un hilo triunfal – o cuando menos adaptar algunas de las fórmulas ya conocidas que tan bien han funcionado en los últimos tiempos y lograr la apreciación de los seguidores de la marca.


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