Normalmente nos referimos a las múltiples medidas y proyectos aprobados para fomentar la movilidad sostenible en términos generales. Sin embargo, el análisis de la naturaleza de los desplazamientos de los ciudadanos puede resultar muy útil a la hora de poner en marcha medidas que hagan de la ecomovilidad un fenómeno cotidiano que, como tal, debe impulsarse sobre todo desde las empresas.
Es importante señalar que un tercio del total de los trayectos efectuados en España se corresponden con desplazamientos laborales, del domicilio al trabajo o viceversa, por lo que fomentar el transporte sostenible entre los empleados, principalmente en bicicleta, no solo conllevaría ventajas empresariales sino que supondría una inyección económica importante para España.
Así lo detalla la publicación RRHHDigital, que desvela una serie de propuestas que ya se han llevado cabo en este sentido. Destaca el caso de GrassRoots, empresa que ofrece servicios para inspirar y motivar a las personas, y que ha presentado en el Ministerio de Hacienda el «Manifiesto a favor del uso de la bicicleta como retribución flexible». Con ello, solicita un cambio en el marco legal para que la fiscalidad de la compra de estos vehículos sostenibles pueda incluirse como beneficio para los trabajadores de las empresas.
Este tipo de medidas cuenta con el impulso que desde muchas compañías se está dando a la denominada Responsabilidad Social Corporativa, apoyando hábitos más saludables y más respetuosos con el medio ambiente entre los empleados. Y otra ventaja: no implican inversión y pueden suponer mejoras importantes en la vida cotidiana, no ya sólo de los empleados sino de toda la sociedad.
La compañía impulsora de este proyecto cuenta como aval con la buena acogida que este tipo de medidas ha tenido en países como Reino Unido, tanto para el impulso de la economía a todos los niveles como para el bienestar personal. En España ya se han aprobado iniciativas similares, aunque siempre a nivel local o regional, sin que exista una fiscalidad específica para esta modalidad.
José María Goerlich, catedrático en Derecho del Trabajo de la Universitat de Valencia afirma que mejorar la movilidad laboral es «influir positivamente» en todos los sentidos. «Los desplazamientos diarios de los empleados hasta su lugar de trabajo representan un coste muchas veces subestimado. El transporte tiene repercusiones en muchos aspectos de la vida de una persona y medidas innovadoras para hacerlo más corto, barato y sano son claves para las empresas«, argumenta.
Por su parte, Mar García, directora general de GrassRoots en nuestro país, confía en que España se incorpore a este proyecto y defiende que fomentar este tipo de movilidad repercute a gran escala. Afirma que con ello las empresas no solamente evitan emisiones contaminantes, sino que también disponen de empleados más sanos física y mentalmente.
Fotos: Empresaenmovimiento.org / Sentidodemujer.com
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