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Aunque los emojis (pronúnciese emoyis) existen desde finales de los 80, no fue hasta 1999 cuando se empezó a reconocer su popularidad fuera de Japón al saltar uno de los «diccionarios emojis» fronteras y superar más tarde los 1.000 pictogramas. En 2001 adquirieron las licencias compañías como Nokia, Motorola y Samsung para utilizarlos en los teclados de sus teléfonos móviles.

Luego llegarían las versiones para los iPhone y Android. Y el resto es historia. Los emojis forman ya parte de la cultura universal que resumen de un vistazo sentimientos y frases e incluso reemplazan –a veces de forma un poco estrambótica– a la escritura convencional. Quién sabe si los arqueólogos del futuro los estudiarán tan extrañados como la primera vez que nuestra cultura estudió los jeroglíficos egipcios.

Los especialistas en branding de Signal publicaron un informe con algunos datos que obtuvieron en un estudio sobre la utilización de los emojis en la relación de las marcas con los clientes, tanto a través de mensajes comerciales como de tiendas online, páginas web y las omnipresentes redes sociales. Puede que los datos más destacados sorprendan a más de uno:

  • En un solo año, de 2015 a 2016, las marcas han multiplicado por siete la utilización de emojis en sus mensajes. Esto equivale más o menos a un aumento de un 20 por ciento mensual.
  • Los emojis generan 20 veces más clics (CTR, click-through rate) en los mensajes publicitarios online. No está nada mal teniendo en cuenta la caída a plomo del CTR en los banners y otro tipo de formatos.
  • Marcas como Burger King, Domino’s Pizza, Budweiser o McDonald’s han hecho de los emojis un elemento principal en diversas campañas, bien creando productos de regalo con forma de emojis, haciendo que con el emoji de la pizza se pueda realizar un pedido online, o bien lanzando mensajes a los seguidores de las redes sociales compuestos únicamente por emojis.
  • En términos de engagement los mensajes con emojis generan un 24% más de repuestas, retuits y otras formas de interacción.
  • Entre las razones expuestas por los consumidores sobre sus reacciones a los mensajes con emojis figuran principalmente: «resultan relevantes», «son informativos», «resultan importantes», «son interesantes» y «transmiten emociones». También es importante el factor diferenciador respecto a otros formatos.

Aunque pueda parecer un poco banal, esta forma de «escribir» ha demostrado que tiene sus ventajas, sobre todo cuando se trata de (a) transmitir una sensación «informal» y «divertida»; (b) solicitar la opinión de los clientes, y (c) captar con un mensaje gráfico la –escasa– atención que la gente está dispuesta a prestar a lo que pasa ante sus ojos.

Sin embargo, no es algo que siempre funcione: a pesar de que Facebook cambió hace tiempo su famoso icono «Me gusta» con el pulgar azul hacia arriba añadiéndole cinco nuevas opciones (cuatro «caritas con expresiones» y el clásico «corazón»), el 97% de la gente sigue actualmente utilizando el «Me gusta» como forma de respuesta principal a un mensaje. Algunas costumbres son difíciles de cambiar.


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