Comprar por Internet nació como una pequeña aventura en la que se combinaba el interés o necesidad de adquirir algún producto con una exploración y descubrimiento por catálogos y productos fascinantes. Pero con el tiempo ha quedado salpicado por el miedo y la inseguridad de no estar seguros de si lo que se está haciendo es algo fiable y con garantías. Las cifras del fraude online y las estafas aumentan año tras año. Para los usuarios particulares, estas dudas comienzan nada más empezar a buscar: ¿Esta tienda es segura? ¿Utilizarán mis datos bancarios para robarme el dinero? ¿No será esa estupenda oferta una estafa?
Ante esta situación nada mejor que utilizar las recomendaciones de los expertos y el sentido común en cuanto a seguridad personal. Pero para muchas personas incluso esto que parece básica puede resultar todo un reto. Por eso no está de más repasar algunos consejos esenciales para evitar las estafas a la hora de comprar por internet.
Consejos esenciales: el uso de tarjetas y cuentas
1. Avisar rápido en caso de problemas o fraudes. Esta es una de las mejores opciones que hay para evitar problemas, porque en caso de que algo raro suceda basta con avisar con prontitud al banco que ha emitido la tarjeta con la que compramos para «congelar las cuentas», rechazar pagos y «retrocederlos» si se trata de una compra ilegal o un fraude. Al fin y al cabo, existen seguros para todo esto, y la mayor parte de los bancos son responsables de lo sucedido si se ha avisado en menos de 24 horas desde que se produjo el incidente.
2. Monitorizar todos los días el estado de las cuentas del banco y tarjetas. Para que lo anterior pueda llevarse a cabo, una solución sencilla es la sana costumbre de echar un vistazo todos los días a los movimientos del banco y de las tarjetas. Se puede hacer vía web o mediante las apps del mismo banco. Convirtiendo esto en algo habitual será muy fácil detectar que algo raro ha sucedido, o que ha llegado algún pago imprevisto que puede ser fraudulento. Normalmente las tiendas online cargan el importe de la compra de una sola vez tras «pasar por caja»; a veces lo hacen un poco más tarde, cuando envían los productos. Pero es raro que haya varios cargos, o que lleguen con diferentes denominaciones y cosas así; si esto sucede es más probable que se estén usando los datos de la tarjeta fraudulentamente para realizar otras compras. Se puede entonces contactar con el banco o con el comercio y averiguar qué ha sucedido exactamente.
3. Usar una tarjeta especial para internet. Muchos bancos ofrecen tarjetas especiales para compras internet que pueden ser o bien físicas o bien para wallets digitales (ej. Revolut), con algunas ventajas: el PIN cambia en cada compra, tienen límites predefinidos (300 euros, 600 euros…) y una numeración distinta e independiente de la cuenta principal, a veces incluso como si fueran de usar-y-tirar, para cada compra. Otra opción es usar medios de pago con intermediarios de confianza como PayPal, Apple Pay o Google Pay, que no suelen hacer negocios con empresas dudosas. Tanto las tarjetas como estos medios de pago alternativos suelen ser gratuitas y fáciles de usar; separando en ellas todas las compras electrónicas del resto de nuestra contabilidad personal se pueden evitar confusiones y problemas mayores.
Consejos esenciales: las tiendas
4. Más valen las tiendas conocidas que las estafas por conocer. La mejor recomendación en este aspecto es recordar que, en el estado actual de internet, más vale recurrir siempre a las tiendas fiables y conocidas. Los Amazon, Carrefour, Zara, PC Componentes o El Corte Inglés «de toda la vida» no van a fallar. Es cuando aparecen nuevas marcas desconocidas, con páginas con traducciones mal hechas, con ofertas estrambóticas o tras publicidad muy llamativa peor un poco hueca cuando hay que desconfiar. Las nuevas marcas se enfrentan a este problema, pero tendrán que ganarse la confianza del público labrándose una marca con sitios web de calidad, respaldados por opiniones y reseñas de los expertos.
5. La calidad de las tiendas de eCommerce. Entre las pistas que indican que una tienda online puede ser fraudulenta están:
- Parece fruto de una traducción automática y las descripciones están mal. A veces hasta el año del copyright es erróneo.
- Al pie de página no hay cláusulas legales, de privacidad o políticas de devolución.
- No hay información clara sobre cuál es la empresa que está detrás, cómo contactar, teléfonos o correos electrónicos.
6. ¿Qué opina la gente? Otra forma rápida de separar el trigo de la paja es buscar opiniones sobre la tienda en que se va a comprar en otras páginas de internet. Pero, claro, las opiniones de otras personas en la propia web de la tienda no tienen por qué ser fiables; quizá sean inventadas. Es mucho mejor buscar su nombre en Google (tecleando incluso «nombre + “estafa”» a ver qué sale) y acceder a las Reseñas de Google, o en sitios como Trustpilot. Si no sale nada de nada o hay muy pocas opiniones, mala señal. Si las reseñas negativas superan a las positivas, puede que sea un negocio legítimo, pero también es razón para preocuparse.
7. Ofertas demasiado buenas. Una forma de estafa muy común es poner tiendas online con productos atractivos y muy llamativos para mediante enlaces y publicidad con vídeos y bajos precios atraer a potenciales compradores… sobre todo a sus datos personales, desde el nombre a los correos electrónicos, números de teléfono, tarjetas y demás. Si la oferta era demasiado buena no siempre se producirá la venta; a posteriori la pueden anular con cualquier excusa (falta de stock, por ejemplo) pero sin borrar los datos personales. Estos pueden acabar en malas manos y reaparecer semanas o meses después. Los sitios que se dedican al dropshipping (reventa directa de productos de mayoristas como si fueran minoristas, sin muchas garantías) son propensos a estas situaciones.
La desconfianza como guía segura
8. Desconfiar como forma de garantizar la seguridad. Aunque sea un poco triste, navegar y comprar con desconfianza es lo único que garantiza que no haya problemas a día de hoy. Hay que ir con preguntas mentales preparadas para evitar problemas: ¿Dónde estoy exactamente? ¿Es este sitio web seguro, es lo que dice ser? ¿Por qué me piden tantos datos? ¿Podré contactar si algo falla? ¿Se pueden devolver los productos?
9. Seguridad personal. Esto incluye la larga lista tradicional de consejos sobre seguridad personal y contraseñas que muchos conocen: evitar el phising y los troyanos (robo de datos mediante diversas técnicas) no haciendo clic en archivos o enlaces sospechosos que se reciban por email o SMS; usar un gestor de contraseñas mejor que contraseñas débiles y repetidas; y emplear la 2FA (autenticación de dos factores) en los sitios de compra habitual que lo ofrezcan, como grandes centros de compra o hipermercados. Algo que curiosamente parece más seguro pero no lo es tanto es confiar en las VPN, en los logotipos de VISA y otras tarjetas de crédito, en los candados (indicadores SSL de «sitio seguro»)… Todos ellos son fácilmente falsificables. Lo mismo sucede con usar contraseñas complicadas, incluso aunque se cambien a menudo; es mucho mejor cualquier software o hardware para gestionar las contraseñas.
10. Preguntar a expertos, conocidos y familiares Parte del problema de las estafas es que comprar por internet debería ser algo tan seguro como caminar por la calle y a nadie le gusta tener que pedir ayuda para hacerlo. Por eso los jóvenes y especialmente las personas mayores, menos duchos en cuestiones tecnológicas, son especialmente vulnerables. No creen que vayan a tener problemas o ser engañados y muchas veces acaban siendo los primeros en caer. En este sentido lo mejor es dejarse de zarandajas y preguntar a familiares, conocidos o amigos «que sepan de internet» si una oferta o una tienda electrónica es segura o no; probablemente podrá aportar más criterio al respecto, por rara que sea la tienda. Cuatro ojos ven más que dos, y ante compras especialmente grandes es mejor pasarse de cauteloso que pecar de ingenuo.
_____
Imágenes: DALL-E, Incibe, Kenny Eliason (CC) Unsplash.
Nos encantará conocer tu opinión, pero primero tenemos que indicarte que los comentarios están moderados, y no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos a los autores, a cualquier otro comentarista o la empresa propietaria de esta página. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades o suplantando a otros comentaristas. También, procura que tus opiniones estén relacionadas con lo que se comenta en esta entrada. Los comentarios off-topic, promocionales, o que incumplan todas estas normas básicas serán eliminados.