hostingSi tenemos un negocio online, reemplazamos la presencia física en una tienda a la que acudan los clientes por una página y un carrito de la compra virtual al que… también acuden los clientes. El escaparate de la tienda se ha convertido en las mejores ideas nuestro diseñador gráfico y el carrito de compra y el sistema de pago han reemplazado a la caja registradora.

Sin embargo, no podemos permitirnos olvidar que, al igual que las tiendas reales, nuestra tienda online también tiene una infraestructura física: los servidores donde alojamos la tienda. Su correcto funcionamiento determinará que nuestros clientes tengan una buena experiencia en la página y se decidan a comprar o que incluso sean capaces de hacerlo. Ante el tamaño y la complejidad de la oferta de hosting, es esencial tener claras las necesidades de nuestro negocio. Si estamos comenzando con una pequeña tienda online, nos basta con un plan modesto compartiendo alojamiento y con diseños basados en plantillas. Si ya tenemos una clientela establecida y un plan más ambicioso, nos conviene plantearnos opciones más complejas.

Dada la importancia capital de elegir un buen alojamiento (o proveedor de hosting), estos son los aspectos fundamentales que hemos de tener en cuenta a la hora de elegir uno:

· Servidor dedicado o compartido: La opción más económica para un negocio pequeño es la de compartir un servidor con otras direcciones. Esto permite que el proveedor abarate los costes, pero ralentizará un poco (dependiendo de las circunstancias) la velocidad de acceso. A medida que vayamos creciendo, existe la posibilidad de contratar un servidor dedicado, lo que nos dará mayor estabilidad, seguridad y capacidad para personalizar algunas funciones.

· Tiempo online: Es esencial que el servidor esté siempre en marcha y que el proveedor nos garantice al menos un 99% de tiempo de operatividad. En la Red, los clientes pueden comprar en cualquier momento y desde cualquier lugar del mundo. Es importanter comprobar el tiempo online del servidor que nos interese. Para ello, podemos preguntarles o comprobarlo por nuestra cuenta a través de herramientas online.

· Copias de seguridad: Ha de garantizarnos copias de seguridad regulares de nuestra tienda. Hemos de ser capaces de volver a estar operativos con la mínima pérdida de tiempo ante cualquier eventualidad. Estar offline es perder dinero.

· Soporte técnico: Muchos servidores ofrecen atención telefónica o por chat las 24 horas todos los días del año. Es esencial que el nuestro también lo haga. Si tenemos cualquier problema, tenemos que tener un técnico a mano capaz de resolverlo y mantener nuestro negocio en marcha.

· Seguridad: El proveedor ha de garantizar el uso de protocolos de seguridad puestos al día (al menos, un SSL para los pagos), para defender nuestras tienda de intentos de suplantación de identidad, secuestro (y chantaje) y robo de datos.

· Duración del contrato: Es importante no firmar contratos demasiado largos con el proveedor (dos años, máximo) para poder beneficiarnos de las constantes novedades del competitivo mercado del hosting. Es habitual ofrecer precios mensuales muy baratos a los nuevos usuarios, para luego incrementarlos. Por norma general, un precio por encima de los 7 dólares al mes suele ofrecer los mínimos esenciales de calidad para un negocio pequeño.

Finalmente, hemos de considerar las opciones de expansión que el proveedor nos ofrece. Esto incluye la posibilidad de cambiar plantillas, añadir nuevos dominios, implementar aplicaciones o contratar más espacio o incluso un servidor dedicado.


Tags: