e-commerce

Desde el 1 de enero de 2015, una serie de regulaciones y aspectos legales han sido establecidos para unificar el comercio electrónico en la Unión Europea. Asimismo, se ha instaurado una nueva normativa para la tributación del IVA, que afecta a compañías de servicios electrónicos que suministran a los consumidores y clientes (no comerciales) dentro de la Unión Europea. El alta de esta tributación debe darse voluntariamente.

He aquí los cambios relevantes que debemos tener en cuenta respecto a la nueva normativa europea:

El tipo de IVA, que debe establecerse a los productos que se vendan, es el que pertenezca al país europeo donde habite el consumidor y no el IVA perteneciente al estado donde reside la empresa que suministra el producto, como ha sucedido de un tiempo a esta parte.

– Desde mediados de enero, concretamente desde el 15, las compañías europeas de comercio electrónico han de emitir facturas electrónicas a todos los clientes que la requieran en el momento de la adquisición y a los clientes que accedan a recibirla, de acuerdo con el Plan de Impulso a la Factura electrónica.

– Asimismo, respecto a las exigencias administrativas que se establecen en el comercio electrónico, será preciso poner especial atención a la hora de cumplir las normas relacionadas con la Ley de Protección de Datos y con el empleo de cookies que facilitan las gestiones comerciales (Ley General de Telecomunicaciones del BOE, promulgada el 10 de mayo del año 2014).

¿Cómo afecta particularmente esta normativa acerca del IVA a las tiendas online?

A partir de ahora, los comerciantes propietarios de tiendas virtuales deben identificar el país en el que se halla el consumidor final, por medio de dos comprobaciones no conflictivas, para establecer el canon del IVA correspondiente a esa localización. Además, existen otros requerimientos fiscales complementarios a la notificación de los ingresos que se obtienen por el IVA, como el registro durante una década del informe respecto a las transacciones de IVA y la garantía de que se cumple con las tasas de IVA de cada uno de los países europeos. Así pues, las empresas o autónomos con productos o servicios online que no cumplan con estos requisitos fiscales pueden ser penados por las leyes jurídicas del país en el que se hayan vulnerado.

Para concluir, cabe señalar que estas nuevas normativas tendrán un impacto considerable en negocios y comercios de cualquier tamaño. Se prevé que más de un cuarto de millón de empresas europeas se vean afectadas por este nuevo reglamento y una parte significativa serán pymes, que antes no tenían que inscribirse en su país de origen para abonar el IVA. El objetivo de esta normativa es que las empresas del propio territorio tengan ventajas respecto a multinacionales que llegan de otras regiones.


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