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Está claro que existe un buen motivo (o buen puñado de motivos, más bien) por los que el e-commerce continúa su rápido ascenso. Ya no es solo un sector económico o un estilo de ventas. Es una manera de entender el comercio moderno e, incluso, un canal para cambiar nuestros hábitos. Y asegurarlo tiene una base: según los datos del Instituto Nacional de Estadística, más de once millones de personas compraron en España por Internet durante 2013.

Un porcentaje que evidencia que nos hemos subido al carro del e-commerce. Y, sin lugar a dudas y a pesar de muchas otras ventajas, el motivo por el que lo hemos hecho se resume en una sola palabra: ahorro.
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Pero incluso ese ahorro va más allá de lo que puede parecer. Para empezar, la red es un abanico de oferta de todo tipo que va más allá de las fronteras (algo que permite a un buen comprador buscar el mejor precio, así sea en la otra punta del Planeta) y que nos permite rastrear el mejor precio, el mejor tiempo de entrega e incluso las mejores calidades. A eso hay que sumarle que es precisamente esa ingente oferta la causante de otro fenómeno que nos puede ayudar a administrar mejor nuestros gastos: la cantidad y variedad de ofertas, promociones y fenómenos de ventas (con las ventas flash como líderes) no solo nos hace comprar sino que además nos permite comprar mejor. Algo que, dejando la compra por impulso a un lado y ciñéndonos a nuestras necesidades, supone ayudarnos a ahorrar día a día. Y, curiosamente, de ahorro España sabe mucho.

Pero no solo el bolsillo es ahorro. Porque el e-commerce permite precisamente administrar uno de los bienes más preciados que tenemos y del que menos disponemos. El único que no podemos comprar: el tiempo. Un bien que, solo a golpe de click, nos permite economizarlo evitándonos muchas veces perderlo en compras necesarias pero a las que no podemos atender como debemos y, sobre todo, hacerlas cómodamente. Porque es un hecho: una compra online supone atesorar tiempo para poder invertirlo en lo que deseemos.

¿No son «buenas monedas» para guardar en una hucha y buenos motivos para comprar en la red?

Fotos | Hogar útil, Con rumbo a ningún lugar


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