En el mundo del comercio electrónico y la logística moderna, los lockers para paquetería están cambiando la manera en que se gestionan las entregas y recogidas. Algunas innovaciones ofrecen soluciones ingeniosas y a veces más avanzadas tecnológicamente que mejoran la eficiencia, seguridad y conveniencia tanto para consumidores como para empresas.
Lockers de usos cambiantes
Un ejemplo de cómo están evolucionando los lockers es el de las taquillas de lugares muy concurridos como son las universidades y residencias de estudiantes. Desde hace años enviar y recibir correo postal ha caído en desuso, pero en cambio en Estados Unidos ya hay campus en los que los estudiantes pueden utilizar las taquillas de sus residencias para recibir directamente paquetes de las tiendas de eCommerce, facilitando el trabajo a la clásica «habitación del correo» que suele haber en cada edificio, que queda de este modo mucho más liberada.
Estos lockers, por ejemplo los de empresas como Quadient, tienen el aspecto y funcionalidad de los que utilizan actualmente las tienda de eCommerce y algunas empresas de paquetería como SEUR. Con una pantalla táctil se pueden controlar para abrir puertas, recibir paquetes de gran tamaño y otros usos que los estudiantes puedan tener para sus apartados particulares, sin intervención del personal de la universidad.
Lockers refrigerados (y con calentamiento) para paquetes de todo tipo
Otra innovación interesante son los lockers refrigerados para alimentos, medicamentos y productos similares, que se complementan con los lockers con calentamiento, que se usan también para comidas ya cocinadas que requieren mantenerse a una temperatura estable para conservar sus propiedades y sabor.
Dependiendo de las necesidades ya hay unas cuantos fabricantes industriales, como Parcel Hive, que ofrecen la gama completa: lockers convencionales, lockers refrigerados (como los de SEUR Frío) que pueden mantener la temperatura entre 1° y 6°C y una humedad entre el 10% y el 90% y lockers con calentamiento. Están diseñados de modo que el tamaño sea suficiente para productos algo voluminosos y a la vez para que no consuman demasiado: un armario refrigerado con unos 20-30 compartimentos requiere tan solo 350 vatios de potencia.
Los lockers congeladores son similares, pero funcionan entre -10° y 40°, aunque pueden personalizarse en caso de ser necesario entre -20° y 60°. También ofrecen espacios voluminosos y un cierre especialmente hermético y estanco para evitar fugas de calor. Además tienen un sistema de esterilización y desodorización para garantizar la seguridad e higiene de los alimentos.
Dependiendo de los productos, las tiendas de eCommerce pueden elegir entre los lockers refrigerados y los congeladores, algo que es especialmente importante para mantener la cadena del frío tanto en alimentos como en medicamentos. Entre otras especificaciones interesantes están que el consumo de todos los modelos es muy bajo; en el locker calentador estamos hablando de entre 15 W en reposo y 380 W como pico máximo en caso de usarse a toda potencia. También están detalles como que pueden conectarse a un circuito cerrado de televisión, que incluyen lector de código de barras, un lector RFID y luz exterior para cuando hay poca luz.
Más sostenibilidad en los lockers urbanos
Es sabido que el uso de los lockers mejora la sostenibilidad de las ciudades porque evita muchos traslados en furgoneta en la famosa «última milla», concentrándolos en un punto en el que se depositan todos los paquetes de una sola vez: el locker. Los vecinos pueden llegar a los lockers cómodamente andando, en bici o patinete, en el momento que más les convenga, evitando así también tener que cambiar sus horarios o desplazarse en coche (y contaminar).
La empresa europea Cleveron ha ido un paso más allá con la tecnología de su locker Cleveron 354, un taquilla de paquetería adaptada exteriores que funciona con baterías. De este modo puede instalarse incluso allí donde no llega la electricidad ni las conexiones de Internet, con una necesidad de recarga de tan solo una vez a la semana de promedio.
Este locker autónomo puede almacenar entre 12 y 96 unidades según el tamaño (entre 1 y 4 metros de ancho por 2,2 metros de altura) y cuenta con su pantalla táctil, resistencia a las condiciones meteorológicas adversas y seguridad antivandalismo, además de luz y estar adaptado para una mejor accesibilidad. Funciona con un número PIN y no requiere una app para el móvil. Estos modelos tienen una huella de CO2 significativamente baja, aproximadamente veinte veces menor que la de los tradicionales.
Todas estas innovaciones irán redundando en una mejor experiencia de los usuarios al encontrar lockers mejor adaptados a sus necesidades, ya sean por el uso, las condiciones de refrigeración y calentamiento y otros detalles. Si además se diseñan de modo que reduzcan el consumo eléctrico y con ello aportan su granito a la sostenibilidad de las ciudades, mejor que mejor.
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