MiniUna de las grandes revoluciones tecnológicas que veremos en los próximos años (sí, otra más), será la integración de la realidad aumentada en nuestra vida cotidiana. Ésta consiste en que la tecnología adquiere la capacidad de procesar los patrones de luz de los objetos que nos rodean y, así, reaccionar a ellos. Es decir, que la tecnología logra representarse e interactuar con la realidad, llegando a veces a cambiarla en cierto modo. Una aplicación donde hay mucho desarrollo es en los videojuegos, donde ya es posible pelearse con hologramas.

Una de las aplicaciones tal vez más beneficiosa para todos es la de la conducción. Mini saltó a los titulares el pasado abril cuando mostró su prototipo de gafas para la conducción. No sólo se trataba de un diseño para nostálgicos de los primeros años de la era del coche, sino que las gafas proyectan directamente a la altura del globo ocular todo tipo de información relevante para la conducción. Tras sólo dos minutos de aprendizaje, es posible conducir y recibir todo tipo de alertas sobre dónde girar o, aún mejor, avisos de seguridad acerca de objetos que tal vez estén fuera del campo visual del parabrisas. Las gafas están conectadas con las cámaras de aparcamiento del vehículo, permitiéndole detectar (y avisarnos) de objetos (como zanjas o niños pequeños) con los que podamos estar a punto de chocar. BMW (dueño de la marca MINI) espera entrar en producción a lo largo de 2016.

Pero la realidad aumentada en carretera no es patrimonio exclusivo de las marcas de lujo. Gracias a las cámaras de los smartphones, varias apps nos permiten incorporarla a nuestro vehículo. Un buen ejemplo es iOnroad. Una vez la aplicación está en marcha y colocada en su soporte del parabrisas, leerá la carretera para avisarnos si nos estamos acercando demasiado al vehículo de delante (interpretando la velocidad y la distancia), si nos estamos saliendo del carril (muy útil en viajes largos para combatir la fatiga), o si nos estamos pasando del límite de velocidad, e incluso puede grabar partes del viaje en caso de que necesitemos pruebas de un accidente. Y todo esto por menos de un euro en nuestro teléfono.

Estas son sólo algunas de las aplicaciones más sencillas de la realidad aumentada. A medida que se popularice en los próximos años, descubriremos cómo nuestra forma de relacionarnos con la realidad cambiará. En nuestra mano estará el cómo.


Tags: