Cualquiera que haya puesto en marcha una empresa desde cero, sea cual sea su tamaño, sabe que una vez establecido su plan de negocio uno de los siguientes pasos a dar es fijar su ubicación. En este blog se ha hablado en más de una ocasión sobre los cambios que están teniendo lugar en almacenes y en espacios de trabajo relacionados con la actividad logística. Pero, ¿qué sucede con las oficinas?

Si nos atenemos a lo que nos muestran en ocasiones las grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley parece que se imponen los espacios abiertos. Y 2019 también ha sido el año en el que hemos visto el despegue definitivo del coworking. Y no solo para profesionales freelance, también hay pequeñas empresas que hacen uso de este tipo de espacios de trabajo.

Espacios abiertos, pero no tanto

No es algo nuevo, pero sigue siendo tendencia. Eso sí, aunque el open space se impone en las oficinas, este tipo de espacio presenta un problema: los ruidos y la falta de privacidad a la hora de hacer llamadas telefónicas y videollamadas. Este inconveniente se ha resuelto con la inclusión de un nuevo elemento: las cabinas acústicas. Las hay de diversos tipos, desde las que recuerdan a las prácticamente desaparecidas cabinas telefónicas que antes abundaban en nuestras calles, hasta pequeñas salas de reuniones, pasando por diferentes tipos de espacios de trabajo privados. Pero siempre sin romper el concepto de espacio abierto, que no solo es una idea estética, también está pensado para promover el trabajo colaborativo entre los empleados y ayudar a que la jornada laboral sea menos monótona.

Se imponen la tecnología y los materiales ecológicos

La tecnología ya es imprescindible en nuestras vidas y, por supuesto, más aún en nuestra actividad laboral. La presencia de elementos tecnológicos, con las pantallas como mayor exponente, se multiplica en oficinas y en salas de reuniones. Además estamos en ciernes de dar un paso más hacia delante, y tecnologías de las que ya se ha hablado en este blog como la inteligencia artificial y la realidad aumentada se “van a colar” en nuestros espacios de trabajo.

Casi más que una tendencia es una obligación: la sostenibilidad llega al diseño de los espacios y del mobiliario, pero también a los hábitos de los trabajadores. Se impondrán los biomateriales, primando que el diseño sea más innovador y que posteriormente todo pueda ser reciclado o reutilizado. El plástico poco a poco cederá su espacio a materiales como la madera, el cobre o el latón.

El coworking, más que una tendencia

Tampoco hablamos de un concepto nuevo, pero sí de un tipo de espacio de trabajo que parece haber vivido su explosión definitiva durante el año 2019 y cuyo futuro está garantizado. Si seguimos la tendencia de Estados Unidos cada vez contaremos en España con más profesionales freelance o independientes, y estos son el “habitante” idóneo para un espacio de coworking. Las startups que están empezando a crecer, partiendo de varios trabajadores que trabajaban por su cuenta, pero que aún no están preparadas para dar el salto de ubicarse en un local propio, también encuentran en estos espacios de trabajo la forma de hacer una transición menos arriesgada mientras se centran en su actividad.

Las cifras en España, ofrecidas por Coworking Spain, indican que en los últimos seis años se ha triplicado el número de trabajadores que utilizan estos centros. Y aunque las alternativas son múltiples con muchos espacios pequeños al alcance de cualquier emprendedor, hay 7 grandes operadores en nuestro país. Este grupo de empresas ofrece muchos metros cuadrados de espacio de trabajo y ha protagonizado en los últimos tiempos grandes operaciones inmobiliarias, especialmente en Madrid y Barcelona.

El diseño de la oficina es la imagen de la empresa

No hemos hablado demasiado de la decoración, más allá de citar el uso de materiales más ecológicos. Quizás no es el aspecto del espacio de trabajo que más interesa a muchos empresarios, en parte debido a la naturaleza cambiante de las tendencias en este ámbito. Y si bien es cierto que la practicidad de los espacios es primordial en el lugar de trabajo, también lo es que el diseño de una oficina es la carta de presentación frente a muchos potenciales clientes. Además del entorno en el que los trabajadores van a pasar una parte muy importante de su vida. Según cuentan en el blog de Colonial, dos tendencias que pueden imponerse durante el estrenado año 2020 son, por un lado, el diseño industrial, con elementos de ladrillo y metálicos (o de apariencia metálica), y, por otro, la biofilia, es decir, el uso de materiales biológicos y orgánicos.

 

En definitiva, las oficinas se vuelven cada vez más tecnológicas, pero a la vez “quieren” ser más humanas y cómodas para aquellos que trabajan en ellas, facilitando la labor en equipo y adaptándose a los retos de la sociedad actual en la que la sostenibilidad juega un papel cada vez más importante.


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