Para responder a esta pregunta, comencemos con un dato que puede dar pie a una primera reflexión: según el último informe trimestral de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), en 2011 se registraron 8,6 millones de compras de películas  a través de las plataformas de pago de las televisiones, es decir, un 5% menos que en 2010. Te aportamos más cifras: Netflix, el gran videoclub norteamericano en Red al que todos intentan imitar, ha llegado a perder un 15% del valor de sus acciones tras presentar sus cuentas del primer trimestre del año y hacer sus previsiones para el siguiente.

Netflix llevaba siete años incrementando exponencialmente el número de sus clientes y sus ingresos. Sin embargo, ha llegado un parón, quizá solo un paréntesis, y eso a pesar de dos hechos que parecían favorecer su modelo de negocio: el cierre de Megaupload –la batalla contra la piratería ayuda en principio a las descargas legales– y la oferta de una tarifa plana mensual para lograr suscriptores fieles. Quizá esos peores resultados ha hecho que se haya paralizado su implantación en España, que parecía inminente.

Entonces, ¿por qué en los últimos meses en España están surgiendo nuevas iniciativas empresariales que van en esta línea? Éstas pretenden tomar ventaja en el mercado de los cinéfilos y serie-adictos digitales. Movistar (Imagenio) y Ono (TiVo) hace algún tiempo que están en el negocio; Canal+ se ha sumado recientemente con su canal Yomvi; varios fabricantes de televisores, como Samsung, Sony y LG, ya han desarrollado sus propias plataformas; Apple realiza su oferta a través de iTunes Store –a la espera de su Apple TV– y Google se lo está pensando.

Además de estos gigantes, otros e-commerce pugnan por un trozo de pastel. Su éxito, como el de sus competidores mayores, dependerá de las películas y series de que dispongan y, sobre todo, del precio. Hace unos días, la revista Consumer realizaba una comparativa entre algunos de los sites más conocidos por los internautas españoles –hay otros como Cineclick, Filmotech, Mubi, Cinesa Club…–. Veamos cuál es su oferta para conocer mejor cómo funciona el sector:

  • Filmin. Casi 1.800 películas y 44 series. Puedes suscribirte por 15 euros a la tarifa plana mensual o acceder a un título determinado por entre 1,95 y 2,95 euros. El tiempo de alquiler es de 72 horas y es posible visualizar el vídeo en el iPad, el iPhone o la PlayStation 3.
  • Youzee. El último en llegar, por eso solo cuenta ahora con algo más de 400 películas. Sin embargo, la exhibidora Yelmo Cines está detrás de la start-up, por lo que es previsible que aumente rápidamente su catálogo. Tiene 50 series en cartera, la oferta más amplia de los videoclubes nacionales. La suscripción mensual cuesta 6,99 euros y el alquiler puntual, entre 1,99 y 3,99 euros (48 horas). Compatible con los televisores Smart TV de Samsung.
  • Wuaki. Más de 1.100 películas y 20 series. No hay suscripción mensual, pero ofrece 20 títulos gratuitos. Entre 1,99 y 4,99 euros el alquiler (48 horas).
  • Voddler. La plataforma es sueca e intenta implantarse aquí. Su catálogo es de 455 películas y una decena de series. Algunas son gratuitas a cambio de introducir publicidad. Alquiler: entre 1,49 y 3,99 euros, durante 24 horas. No es compatible con sistemas Linux.

Otras consideraciones técnicas que debes tener en cuenta: para ver correctamente una reproducción en streaming, es necesaria una velocidad de banda de entre 1,5 y 3,5 Mbps, y por encima de 6 si quieres acceder a la alta resolución.

Al final, para todas estas plataformas, su reto será adaptarse o morir… Adaptarse a la realidad del mercado y de los usuarios. Porque, hay que saber muy bien qué y cómo ofreces un producto  que en muchas ocasiones puede conseguir gratis en la Red. Pero la tendencia de consumo dice que los tiros van por ahí gracias a la comodidad de tenerlo al instante y a tratarse de micropagos.


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