Este peculiar espacio de coworking llamado Startup Village es una iniciativa de una incubadora llamada ACE (Amsterdam Center for Entrepreneurship) y está situado junto al Parque de la Ciencia de Amsterdam. El diseño es del estudio de arquitectura Julius Taminiau Architects y básicamente utiliza contenedores estándar como bloques básicos para construir una mini-ciudad de startups en la que los emprendedores pueden encontrar un alquiler barato y un entorno agradable junto con otras startups con las que compartir espacio.
Lo que originalmente era una villa con capacidad para unas 100-150 personas que se inauguró en abril, se va a ampliar ahora con otros 200 puestos de trabajo adicionales debido a la buena acogida. Esto, básicamente, requiere ampliar las instalaciones en la zona colindante. Teniendo en cuenta que el coste total de la primera fase fueron unos 400.000 euros, es un planteamiento económico y nada lujoso para poder instalar 20 o 30 empresas, gracias a lo cual quienes trabajan allí cuentan con todo lo necesario para su día a día.
Además de los puestos de trabajo, en el interior de las «oficinas-contenedores» las startups tienen espacios comunes, salas de reuniones, un mini auditorio para conferencias e incluso algunas zonas de relajante jardín con invernadero, un área con pájaros y colmenas de abejas y hasta un pequeño mirador. A nivel de infraestructuras hay conexión de fibra, bancos comunes y los habituales aparcamientos para bicicletas tan típicos de la ciudad holandesa.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad los contenedores-oficina cuentan todos ellos con panales solares para proporcionar electricidad y cargar las baterías de la instalación, de modo que optimicen el consumo energético de la «ciudad», aunque también disponen de electricidad de la red pública. Los paneles solares están alquilados mediante una fórmula de leasing para que no supusieran una inversión enorme a la hora de poner en marcha el proyecto.
Según sus creadores la idea era crear un área original en el que pudieran convivir emprendedores, estudiantes, pequeñas empresas, investigadores e innovadores. De hecho, una de las premisas del proyecto es promover la interacción entre todas las personas que allí conviven, algo para lo que se organizan eventos de forma regular en los que presentar nuevas ideas o buscar consejos, así como el propio diseño arquitectónico del espacio.
{Fotos (CC) Jim Stolze @ Flickr; Cmglee @ Wikimedia.}
Muy interesante, una manera de ser eficiente y ser sostenible. Un saludo