Navegador web móvil

La presencia de las empresas en la web es cada día más importante; por eso, sorprende ver datos como los publicados en un informe de la consultora Vanson Bourne sobre el rendimiento de los sitios web. En el estudio participaron 590 empresas de diversas regiones, todas ellas con presencia en la web, en forma de sitios informativos o tiendas de comercio electrónico. El objetivo: saber cómo de informados estaban los responsables sobre sus propias webs y cuáles eran sus planes ante los imprevistos.

Los datos resultaron un tanto sorprendentes e, incluso, lamentablemente impactantes. Por ejemplo, uno de cada cuatro responsables de estas empresas admitió que no se realizaban pruebas de rendimiento sobre el tiempo de respuesta de su web: datos del estilo de cuánto tardaba en cargar la portada de la web, realizar una búsqueda o completar una compra.

Respecto a los «sistemas de alerta», resultaron ser casi inexistentes: la mayoría (entre el 70 y el 80 por ciento) reconocieron que, normalmente, descubren que hay algún tipo de crisis o problema porque los usuarios les avisan, no porque hayan saltado internamente las alertas adecuadas. Esto quiere decir que los clientes ven los problemas antes que los técnicos de la propia empresa, algo que, además de sugerir un descuido generalizado, puede ser desastroso en muchas ocasiones; por ejemplo, si contactar con la empresa no es precisamente fácil.

También se descubrió que, en los momentos en los que es más importante que una web proporcione buen rendimiento, la planificación y comunicación interna entre departamentos falla estrepitosamente. Un ejemplo es que ni siquiera la mitad de las empresas realizan «pruebas de carga» para simular momentos de alto tráfico con muchas visitas. Esos momentos se producen en ocasiones especiales (por ejemplo, en las ventas navideñas- cuando hay rebajas- se lanza un mailing promocional…) pero, combinado con que 7 de cada 10 responsables de informática no saben ni son informados de cuándo sucede esto, la planificación por adelantado es imposible.

Todos estos problemas son todavía más extremos en las versiones móviles de las webs en cuestión, donde se tiene menos cuidado con factores como el tiempo de carga de las páginas. Eso es algo que afecta a todo usuario con un dispositivo que tenga un ancho de banda más limitado y donde, además, se puede estar pagando por la cantidad de datos transferido.

Las soluciones son tan obvias como sencillas y cualquiera puede implementarlas con su equipo informático en unos pocos días:

  1. Crear un sistema de alertas y monitorización de la web. Los hay de pago e, incluso, gratuitos. Simplemente comprueban que la web esté funcionando y, en caso contrario, envían alertas por correo, SMS o Twitter a los operadores apropiados. En caso necesario, incluso, se puede subcontratar.
  2. Chequear la velocidad de carga de las páginas de forma periódica. Basta con hacerlo con alguna herramienta automática, en especial cuando haya cambios de diseño, secciones o una actualización de datos importante. Dicen que un solo segundo de tiempo más de carga por página costaría más de 1.000 millones de dólares a Amazon. Para empresas más pequeñas, sin duda, no será algo tan radical pero… ¿por qué perder dinero si se puede solucionar técnicamente?
  3. Fortalecer la comunicación entre departamentos. Los responsables del mantenimiento de la web deben recibir información sobre eventos especiales, promociones o acciones que puedan atraer a más gente de lo normal a la web puntualmente. Recibir millones de visitas puede ser una bendición, pero morir de éxito por no haber dimensionado adecuadamente la maquinaria es toda una vergüenza, además de un muy mal negocio.

{Foto: Browser (CC) Johan Larsson @ Flickr}


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